Después de una contundente batalla que vio a los compañeros republicanos de Trump tirar por la borda muchas de sus promesas electorales, el asediado presidente arremetió, diciendo que tal vez el Gobierno no debería ser financiado en absoluto.
Los aliados de Trump en el Congreso llegaron a un acuerdo con los demócratas para financiar el Gobierno hasta setiembre, al menos retrasando la construcción de un muro fronterizo con México y otras prioridades del mandatario. “Nuestro país necesita un buen ‘cierre’ en setiembre para arreglar este lío”, tuiteó Trump.
En el pasado, los cierres de gobierno le han costado a la economía estadounidense miles de millones de dólares y han detenido a los servicios gubernamentales, dado que personal no esencial es temporalmente suspendido.
Trump podría, si quisiera, rehusarse a firmar el proyecto de ley que financia el Gobierno hasta setiembre y al cual todavía se está concretando en el Congreso. Sus comentarios complican los esfuerzos republicanos de pintar ese acuerdo presupuestario como una victoria, gracias sobre todo a un incremento en el gasto militar. AFP