“En Paraguay somos unas 200.000 trabajadoras en los hogares, y la mayoría ni siquie- ra sabe que existen organiza- ciones que intentan luchar por la legalización del empleo doméstico”, comentó la presidenta de la Asociación del Servicio Doméstico del Paraguay (Adesp), Marciana Santander.
Dificultades. Además de la desinformación, que es más crítica para las trabajadoras del interior del país, otra dificultad que tienen las empleadas es la explotación laboral. Pues, lo normal es estar en pie de 12 a 16 horas, comentó.
En ese sentido, un material elaborado por distintas asociaciones y apoyada por las Naciones Unidas indica que en el Paraguay el 20% de las trabajadoras totalizan jornadas laborales de 50 horas semanales, y no cuentan con retiro.
“A esto hay que sumar los casos de acoso por parte de los dueños de casa, la falta de seguro social y la imposibilidad de jubilarnos”, lamentó Marciana Santander.
Explicó que si bien existe una ley que permite a las domésticas tener seguro social de IPS, la normativa es optativa y no obligatoria, y tampoco contempla la posibilidad de jubilación.
Sobre el punto, Creuza María de Oliveira, de la Federación Nacional de Trabajadoras Domésticas del Brasil, comentó que en el país vecino consiguieron salario mínimo legal, derecho a domingos y feriados, pese a que son 6 millones de trabajadoras. Las empleadas domésticas organizan una manifestación frente al Congreso hoy, para exigir la legalización de su labor.