Wilson Ferreira | Ciudad del Este
Juan Santamaría, presidente de la referida organización, señaló que la crisis comercial no tiene necesariamente relación con la huelga de camioneros en el Brasil. Es algo que se arrastra desde el momento en que los Estados Unidos sube el valor del dólar y el real brasileño empieza a sufrir una devaluación, como otras monedas.
Dijo que organismos internacionales están reduciendo el crecimiento del Brasil al 2,5%, a pesar de que el Gobierno brasileño asegura que se ha creado el escenario adecuado para que el poder adquisitivo del consumidor se mantenga y aumente. Sin embargo, en la práctica, es ireal.
“Sigue la morosidad de los brasileños que no pueden pagar su cuenta. Hay una contracción en la economía del consumidor y eso afecta directamente al comercio de frontera, que tiene como clientes a los brasileños”, explicó.
A esta situación se suma otro factor que ha golpeado a la moneda brasileña y argentina, que es la suba del dólar, ya en dos ocasiones. Ese incremento hace que el real en Brasil se cotice a 3,60 y 3,70 reales por dólar y llegue a Ciudad del Este a cotizarse entre 3,80 y 3,85 reales por dólar.
“Este escenario gris hace que el comercio que se desarrolla en seis cuadras, pero del que depende toda la ciudad, deje de vender porque el poder de compra del brasileño disminuyó. Lo ideal sería que el real fluctuase entre 3,20 y 3,40 para que le compense realmente”, agregó.
Según Santamaría, mientras Brasil no defina su destino político con las elecciones previstas para octubre, habrá altas y bajas en el comercio de Ciudad del Este; señal de que, en estas condiciones, se viene un segundo semestre complejo.
“Se debe espera un segundo semestre complicado para la frontera si no se resuelve el problema de la devaluación de la moneda en Brasil. Paraguay no puede hacer nada sobre el desarrollo económico del Brasil. Puede hacer un esfuerzo por mantener la competitividad, pero más de eso no puede. Estamos a la merced del giro que de nuestro gigante vecino”, refirió.
En otro momento Santamaría expresó su preocupación sobre el avance que se viene dando en Foz de Iguazú (Brasil) para la instalación de las tiendas francas y la reducción del 50% de la cota de compra, libre de impuesto, del comprador brasileño en Paraguay, que entrará a regir desde el 1 julio próximo.
“Es una puerta más que se abrirá, que va a competir contra el comercio de Ciudad del Este, porque a nosotros se nos baja la cota de 300 a 150 dólares, entonces, eso realmente golpea al comercio del lado paraguayo. La solución es buscar con el Estado paraguayo hacer competitiva a la frontera con la formalización”.