El fiscal del caso, Gustavo Chamorro, afirma que hay condiciones para demostrar la culpabilidad de los tutores de la niña de 14 años que murió tras recibir una golpiza. “No cabe duda para el Ministerio Público de la participación de estas personas con el hecho”, expresó en Monumental AM.
Hasta fines de julio se puede presentar la acusación. Si bien el Ministerio Público ya cuenta con varios elementos probatorios, sigue buscando más testimonios sobre la condición en que vivía Carolina en poder de sus tutores.
La investigación está en una etapa avanzada, ante los anticipos jurisdiccionales de pruebas que se tuvieron mediante cámara gessel, para la entrevista de dos menores de edad, una adolescente que también estaba bajo la guarda del matrimonio y un niño de 11 años que presenció la agresión el día de la muerte de Carolina.
El último testigo, ayudante de albañil, vio cómo Tomás Ferreira echó al albañil Gabriel Armoa de la casa, y luego llamó a Ramona Melgarejo para castigar a la niña, a quien ingresaron al interior de la casa, donde el hombre le propinó golpes con puños y patadas, mientras que fue la mujer quien la agredió con un objeto contundente. El niño pudo observar a través de la puerta abierta que daba con el patio.
Para la Fiscalía, ambos tienen la misma responsabilidad por la muerte de Carolina y están procesados por homicidio doloso. Están con prisión preventiva en Coronel Oviedo.
De acuerdo con los testimonios, el maltrato y la explotación laboral que sufría la víctima eran constantes.
En un principio Melgarejo argumentó que su marido defendió a su “hija” de un abuso sexual y acusó al albañil de haber envenenado a la niña. Pero se descartó cualquier intoxicación, en tanto que el obrero declaró que la agresión se produjo después de que Carolina le preguntara detalles para hacerles el almuerzo, ante la ausencia de la cocinera. La víctima tenía prohibido hablar con los albañiles.