Teodolina Villalba, secretaria general de la FNC, indicó –frente a la morgue judicial de Asunción mientras aguardaba la llegada de los cuerpos para la autopsia– que llama mucho la atención la cantidad de niños y adultos que presentan síntomas similares como mareos, vómitos y fiebre en momentos en que se prepara la tierra para el cultivo de la soja.
“Siempre denunciamos que el uso de agrotóxicos está envenenando a los campesinos. Siempre que hay síntomas y se les lleva a los niños al doctor, pero nunca se toma en serio este tema”, señaló Villalba.
Comentó que el asentamiento Huber Duré, en donde viven 300 familias, hace 10 años que se construyó un puesto de salud, pero nunca funcionó.
“Muchas veces solicitamos al Ministerio de Salud que se active este centro, porque el asentamiento se encuentra a unos 70 kilómetros de Curuguaty”, afirmó.
Por su parte, Adrián Vázquez explicó que la lucha contra los transgénicos empezó hace cinco años y que hace dos años los campesinos afectados por las fumigaciones se fortalecieron en la lucha.
“Ningún gobierno nos hizo caso. El año pasado informamos a las instituciones que hay 22 asentamientos expuestos a las fumigaciones”, resaltó.