EFE
“Están buscando por cielo y tierra al prófugo”, señaló hoy el letrado Matías Morla —quien en su momento defendió a la mediática Moria Casán por el robo de joyas en Paraguay—, a la salida de los tribunales de la capital argentina, donde acudió este jueves junto a la hija menor del fallecido para realizar trámites formales judiciales antes del sepelio del empresario.
El abogado explicó que no se descarta que el tercer sospechoso —supuesto autor material de la muerte— pueda haber salido del país con documentación falsa mientras Santiago Corona, el yerno de Fernández, considerado cerebro del crimen, permanece en prisión preventiva y se ha negado a declarar ante el juez de la causa, Hernán Martín López.
Desde Radio Monumental 1080 AM contactaron con el subjefe de Interpol, Víctor Tandi, quien confirmó que la Policía Internacional recibió una solicitud de localización del ciudadano paraguayo Pedro Ramón Fernández Torres, de 50 años y de profesión carnicero, investigado en Argentina como coautor del asesinato del empresario español.
Cabe comentar que Corona está detenido desde el martes pasado, el mismo día en el que se encontró el cadáver calcinado del empresario —originario de la localidad asturiana de Lena (norte de España) y residente en Argentina desde 1965— en las afueras de Buenos Aires.
Las hijas de Fernández (67 años), propietario de la empresa constructora Mini Vial, habían denunciado su desaparición el sábado pasado.
Según el relato de los familiares, fue la propia primogénita y pareja del acusado —quien hoy no compareció en tribunales— la que le llevó engañado a la comisaría para que lo detuvieran.
Su hermana había encontrado una grabación de unas cámaras de seguridad en las que se ve al yerno y a un empleado sacando un bulto envuelto en una manta del domicilio del empresario, en el barrio capitalino Caballito.
El empleado, un mecánico llamado César Ricardo Arce López, también está detenido, pero ha negado ante el juez que él sea la persona que aparece en las grabaciones.
“Si es inocente queremos que esté libre”, afirmó hoy Morla tras explicar que hay que revisar las pruebas para aclarar la situación de Arce.
Para el abogado de la familia, está probada la relación entre los tres sospechosos y fue un crimen planificado con antelación, pero el degradado estado del cuerpo hará “imposible” averiguar la causa exacta de la muerte.
"(La víctima) Se sacó una póliza de vida a favor del preso en agosto pasado. O sea que el crimen que pasó ahora lo vienen planificando hace seis meses”, recalcó Morla, quien considera a Corona un “demente” peligroso que merece cadena perpetua.
El móvil del crimen, según el abogado, era “borrar las pruebas” y librarse de una “causa penal” que el empresario iba a iniciar contra su yerno por haberle estafado.
El supuesto fraude había sido detectado ocho meses atrás por el empresario y superaría el millón de pesos (casi 63.000 dólares) en créditos obtenidos con un poder a nombre del empresario, cheques cobrados en ventanilla, impagos en los camiones, excavadoras y otras maquinarias de la empresa, así como en los seguros de los empleados.
Eso había desencadenado amenazas por parte del yerno, pero el constructor nunca llegó a denunciarlo por miedo a represalias contra su hija y nietos, de acuerdo con el relato de los familiares.