“La posición del BCP es de preocupación con respecto a un impuesto que fracasó en otros países. Entonces, no nos espera más que el fracaso si pretendemos implementar este tipo de impuestos”, afirmó el titular de la banca matriz.
Carlos Fernández Valdovinos sostuvo que el mencionado gravamen es distorsivo y no se adapta a la realidad productiva del país. Recomendó ver cómo les fue a los países que tomaron este tipo de medidas tributarias.
Sobre ese punto, mencionó el caso de Argentina, cuyos productores y ganaderos salieron del país una vez que se implementó un impuesto similar en el gobierno de Cristina Fernández. Dijo que esa situación favoreció al país con la llegada de los empresarios agrícolas.
Al ser consultado sobre los técnicos que sostienen que al vecino país le fue bien con la implementación de un impuesto similar, se limitó a responder que no sabe en base a qué números tienen esa interpretación.
También le parece injusto querer comparar la situación paraguaya con la de Argentina. “Es como querer comparar al Real Madrid que ganó la Champions y Cerro Porteño, no tiene punto de comparación”, expresó a la emisora 780 AM.
Volviendo al plano local, el presidente del Banco Central del Paraguay afirmó que el sector sojero actualmente no está en condiciones de afrontar este tipo de iniciativas, sobre todo después de tener una caída del 40% en el precio de sus productos y luego de refinanciar sus deudas.
“Es un sector dañado y hay que darle tiempo para que se recupere y no darle un mazazo nuevamente”, agregó.
Posteriormente, analizó el documento a ser tratado este jueves en la Cámara de Senadores. “Se habla mucho de que este impuesto es para que las grande multinacionales tributen, pero no son ellas las que van a terminar pagando”, dijo, al tiempo de mencionar que la normativa afectará directamente a los pequeños agricultores.
Los voceros del Gobierno recomendarán nuevamente el veto de la propuesta, según vienen anunciando la ministra de Hacienda, Lea Giménez, y el presidente del Banco Central, Carlos Fernández. En último caso aconsejan aumentar el IVA al agro del 5% al 10%.