“Este relato es la suma de los recuerdos acumulados a lo largo de mi vida, según la perspectiva de la edad que tenía en cada etapa. Es el recuento de lo que yo he visto y vivido, de lo que me refirieron mis abuelos, tíos, tías, primos, de las memorias de papá y, especialmente, de lo que una y otra vez escuchaba relatar a mi mamá”, indica la autora de origen italiano, quien llegó al Paraguay en 1947.
En el texto se plasman recuerdos que ayudaron a la escritora “a sobrellevar la ausencia de los seres queridos y la inenarrable nostalgia que taladra lo más profundo del alma”. Añade que son recuerdos que la ayudaron “a sobrevivir al obligado alejamiento, por siempre, de los lugares amados”, explica.
Por su parte, Delfina Acosta señala que Cossovel “entrega al lector vivencias de la infancia, juventud y madurez marcadas por vicisitudes que influyeron en su ánimo de modo sorprendente”.
