Elías Cabral | Canindeyú
Se trata de Crispín González, labriego de la comunidad Barrio La Victoria’i, de Yasy Cañy, Departamento de Canindeyú, quien contó que durante más de un mes excavó con pala, logrando llegar a un filtro de agua; posteriormente, le prestaron una máquina para este trabajo.
El poblador instaló una rondana con cuerdas de piola sostenidas por maderas resistentes que, con la ayuda de varios vecinos y familiares interesados en el agua, estiran para sacar la máquina de excavación de una profundidad cercana a los 45 metros.
En la medida en que la profundidad se hace mayor, una persona debe descender para reacomodar el tubo por el cual la máquina se introduce para sacar la tierra donde se instalará un motor que podrá sacar el agua.
González dijo que nunca encaró este tipo de trabajo, pero que tuvo que descender por la necesidad de contar con el agua potable para su familia.
Asunción Velázquez sí se dedicó a la actividad por más de diez años, pero dejó de trabajar en el ramo por la edad. Comentó que el trabajo es muy peligroso y que los compañeros deben estar atentos para cuando la persona que desciende solicita auxilio y puedan sacarlo inmediatamente. “A veces termina la respiración”, refirió.
Toda la comunidad se sumó ahora al desafío de Crispín González y están atentos a aportar su grano de arena para poder tener acceso al líquido vital.
La población lamentó el desinterés de las autoridades y de los políticos para proveer de un sistema de agua potable a unas 48 familias de dicho barrio.