En el colegio asisten diariamente alrededor de 1.600 alumnos, quienes aseguran que corren riesgo de verse afectados por el derrumbe de las aulas mientras se desarrollan las clases. Los estudiantes garantizan que no abandonarán la medida hasta que exista una solución ante la crisis.
Milena Ferreira, presidenta del Centro de Estudiantes del colegio, comentó en contacto con la prensa que decidieron manifestarse luego de ver que las obras, que comenzaron a inicios de este año, pararon por falta de dinero, según le dieron a conocer las autoridades de la sede educativa.
“Reclamamos la liberación de los fondos para la reparación del colegio que está completamente destruido. Un ingeniero del Ministerio de Educación nos dijo a inicio de este año que los alumnos ya no podíamos dar clases en el lugar porque existe peligro de derrumbe. Pese al peligro, las obras pararon hace poco más de un mes”, precisó la joven estudiante.
Ferreira agregó que la medida no será levantada hasta que los fondos sean desembolsados por el Ministerio de Educación o por el Ministerio de Hacienda. Ahora los alumnos desarrollan las clases en el predio del Comando Logístico Militar de Limpio, por tiempo indefinido.
“A principio de año fue un arquitecto del Ministerio de Educación y él dijo que no podíamos regresar por que existía un peligro de derrumbe. Las obras iniciaron y debían culminar en este mes de junio, sin embargo, hace al menos un mes los trabajos se suspendieron por, supuestamente, falta de dinero”, agregó la joven.
En apoyo al grupo, padres se mantienen firmes en el lugar y alegan que acompañarán toda la manifestación de los estudiantes hasta que el colegio sea intervenido por seguridad de los secundarios.