Supuestamente el hombre realizó la semana pasada un encuentro en una casa quinta ubicada a orillas del lago Acaray, en el km 8.
Alfredo López de la Policía Nacional informó que una de las víctimas es una niña de 8 años, quien manifestó a su madre que en una pileta fue manoseada por el detenido. La otra menor también afirmó que fue víctima del hecho.
Por su parte, el pastor sostiene que la denuncia no tiene fundamentos y dice que los padres de las niñas le denunciaron como represalia por una pelea ocurrida en la quinta.
“Yo tengo casi 23 años de servicio acá en Ciudad del Este, soy muy conocido, ustedes me han visto muchas veces en campañas de donación de sangre”, expresó en una entrevista con Telefuturo.
Los fieles quienes acuden a la iglesia dirigida por el pastor lo defienden y dicen no creer en la denuncia que hicieron en su contra. Afirman que es un empresario importante y que se lo conoce a nivel internacional.