El mandatario, visiblemente nervioso por la incómoda situación, ensayó una sonrisa forzada para ir a ocupar su lugar.
Pocos esperaban que el mandatario participe de esta actividad, previendo justamente que los representantes de la sociedad civil reaccionarían, como finalmente ocurrió, con palabras de reprobación hacia la gestión del jefe de Estado.
"¡Fuera Cartes!”, "¡Corrupto!”, fueron algunos de los insultos que tuvo que soportar el presidente de la República mientras ingresaba al estadio.
Los miembros de las organizaciones sociales aprovecharon también la ocasión para reclamarle al mandatario la liberación del suboficial de la Policía Nacional, Edelio Morínigo, quien se encuentra hace más de un año en manos del grupo armado autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).