20 abr. 2024

¿A dónde se dirige el rock de Paraguay?

La música rock hecha en Paraguay pasa progresivamente de la monotonía a la versatilidad gracias al acceso a internet que los jóvenes músicos de esta generación han aprovechado desde hace más de una década para componer.

música fuzzkrank

Matías Aguilera, Chugo Lafuente y Xavi Sosa, de Fuzzkrank, en un concierto en un bar de Asunción. | Facebook.

En este país pobre, donde no se puede vivir de la música y no hay lugares dedicados a los conciertos nacionales, desde hace décadas los jóvenes músicos se autogestionan para la producción de sus canciones, en salas de ensayo propias y también alquiladas.

Aunque el trabajo y estudio diario no les permite dedicarse completamente a su arte, como es recomendable, sus ganas de hacer música los motiva a componer canciones.

En los últimos años sus creaciones dejaron la monotonía de un solo género (rock, ska, metal o punk) gracias al acceso a la globalización, que les ayudó a ampliar sus perspectivas musicales y a oír a grupos que los influencian de manera significativa.

Además, la interconexión ofrecida por plataformas online como Spotify, iTunes y YouTube les permitió darse a conocer en distintos países regionales y europeos.

Los mensajeros del mundo de las ideas

El primer ejemplo de experimentación de estilos es Fuzzkrank, un grupo de stoner rock que busca mezclar noise, blues, jazz y rock psicodélico, según aseguran sus integrantes.

Pink Floyd, Kyuss, Queens of the Stone Age, Black Sabbath y los contemporáneos Red Fang y Stoned Jesus son grupos que los nutren e influencian en sus composiciones.

Si algo resalta en su contenido, es la transmisión de películas, libros y los sentimientos e historias que se pueden extraer de ellos para crear una canción. “David Bowie decía que se puede crear una canción desde la experiencia de otro”, dice Chugo Lafuente (vocalista), “y nosotros queremos incentivar a que la gente se nutra con la cultura”.

Los miembros acostumbran prestarse libros para encontrarse en una misma sintonía al momento de traducir las historias en sonidos, como es el caso de Black Monolith, una alusión a 2001 Odisea en el espacio, que busca reinterpretar las ideas de la película.

Embed

Detrás de este concepto de grupo, según sus miembros, no hay impostura alguna. “Solo hablamos de lo que conocemos”, asegura Matías Aguilera (guitarra), “somos simples mensajeros de ideas”. Xavi Sosa (guitarra rítmica) cree lo mismo: “nosotros somos un medio para transmitir ideas que provienen de un mundo desconocido”.

La globalización ha sido un factor fundamental para que estas temáticas y mezclas fueran propuestas por este y otros grupos, y esto, según el vocalista, “anima a que surjan más bandas con canciones interesantes, algo que no se veía hace un año”.

El primer EP de la banda, con un arte de tapa de tono desértico, se lanzó este año con 200 copias físicas. Algunas de ellas se venden incluso en Suecia: “Cuando recién lanzamos el EP, llegaron mails de varias personas que querían el disco y un hombre de Suecia, que tenía una disquera (sic), dijo que le gustó y quería unas cuantas copias”.

El grupo ensaya semanalmente con planes de publicar un segundo EP para el 2017.

Embed

La ironía de un bacalao

Javier Mendoza tenía 15 años cuando tomó su primera guitarra y tocó junto con sus compañeros de colegio unas canciones que sonaban como el grupo Simple Plan.

A mediados del 2000 conoció a una gran cantidad de bandas y, con el correr del tiempo, oyendo a Franz Ferdinand, Artic Monkeys e Interpol sintió que lo que hacía con sus amigos no le satisfacía. A partir de 2009 empezaron a tocar en los bares asuncenos.

En esa época Javier se compró una guitarra y una tarjeta de sonido para grabar algunos temas que se publicaron en la página oficial de su incipiente grupo a finales de 2011.

Al principio se llamaban "¿He?”, pero cada vez que sus oyentes les preguntaban cómo se llamaban surgía la confusión. Al vocalista se le ocurrió cambiarlo por Bacalaos luego de ver una publicidad en la que un hombre pregunta: "¿Alguien que corte el bacalao?”

Embed

Así nació The Bacalaos, basado en un pez del Atlántico que no tiene nada que ver con el clima de este país y sumado a un artículo inglés que tampoco tiene relación con sus canciones en español. De esta forma buscan divertirse con la ironía, que intentan representarla con el nombre de su futuro primer disco: Iron Man, el hombre irónico.

Sus canciones hablan de vivencias juveniles y también de un entrenador de fútbol muy conocido; planean juntar estas canciones publicadas en los últimos años (entre ellos “Mani Ku’i”, “Cotonete”, etc.) e incluirlas en su CD, que desean lanzar en 2017.

Una oportunidad para verlos con los Fuzzkrank se dará este domingo 4 durante un festival de músicos independientes que empezará a las 16.00 en Shamrock.

Embed

Jóvenes progresivos

En consonancia con la fusión de estilos de sus colegas, Agharta inicia en 2014 cuando el cantante Marcelo Fonseca (un amante del reggae) se une a Nacho Sáenz en la batería y luego se les suman los jóvenes Kike Codas en el bajo y José Russo en el teclado. En el pasado sus fundadores formaban parte de la banda Hijos del Sol, ahora disuelta.

Su propuesta actual es música experimental con ritmos latinos y funk, con sabor a los 70. La grabación del disco se realiza actualmente en los estudios de Kamikaze Records.

“Hay muchos temas instrumentales y la gran mayoría tiene letras introspectivas que hablan de tu energía interna o de cosas de la mente”, explica el vocalista al hablar del contenido del disco, que pretenden terminarlo este mes y lanzarlo en enero del 2017.

Embed

Sus integrantes consideran como influencias musicales a King Crimson, un pionero del rock progresivo de los años 70, y Vox Dei, una banda fundacional del rock argentino. También destacan a Emerson, Lake & Palmer y James Brown entre sus inspiraciones.

El teclista asegura que el contenido de sus canciones no se enfoca en expresar ideas sobre la realidad social o política. “Es nuestra música la que comunica cosas”. Cree que el aporte principal es la experiencia sensorial que se puede vivir oyendo sus temas.

Embed

Hombres de la tierra posmoderna

Nelson Sostoa (23) fue a un conservatorio luego de que rompiera las sillas de su casa intentando emular el sonido de una batería de plástico que le compraron de niño. Allí aprendió a tocar el instrumento y ahora integra con Lucio Núñez (22) la banda Tender Cage, que debe su nombre a un tema de Blur y a la agrupación Cage the Elephant.

Lucio también tiene una historia similar: a los 7 años le compraron una guitarra, pero a los 11, como no le prestaba atención, su padre le dijo que la vendería. Él se opuso y aceptó estudiar con un profesor particular. Descubrió en esas clases “su amor a la música” y se unió al grupo cuando tenían intenciones de hacer rock independiente.

Pronto abarcaron otros géneros junto a Leandro Sanabria (voz), Martín Arriola (bajo) y Nicolás González (guitarra), interpretando desde post punk hasta grunge y baladas.

Sus canciones hablan de la vida actual del hombre ahogado de rutina y problemas financieros. El capitalismo estaría representado en la portada de esta canción, que refleja al “hombre posmoderno que vive una vida estandarizada”, según el baterista.

Embed

La vida actual, que les permitió conocer a bandas extranjeras y a entrar en la sintonía musical de sus contemporáneos, también se refleja en sus conciertos en vivo, donde lo que hacen se oye similar a The Strokes, a quienes tomaron como ejemplo a seguir.

“Fue un grupo que me abrió la cabeza al mundo de la composición”, dice Lucio, “y fue un sonido que me influenció al comienzo y de ahí partió todo”. A partir de aquel sonido crearon el suyo propio, incorporando las influencias de otras numerosas agrupaciones.

Su primer EP será lanzado en 2017, según adelantos de sus integrantes. Este domingo ellos también tocarán junto con The Bacalaos y Fuzzkrank. Será una oportunidad para oírlos en vivo acompañados de otros grupos como Eeeeks, Luisonz y The Carrulims.

Todas estas agrupaciones configuran los nuevos sonidos hechos en Paraguay, que con más trabajo musical y apoyo económico podrían trascender mayormente las fronteras.

Embed

Más contenido de esta sección
Si hay algo que las mapaternidades y personas cuidadoras se cuestionan constantemente es si están haciendo las cosas bien. La respuesta es clara, aunque aceptarla puede ser complicado: la realidad es que no se sabe. Para entender mejor de dónde surgen estas dudas y cómo manejarlas, decidimos consultar con una voz experta en psicología infantil, la licenciada Belén Espínola.
El acto de regalar es un gesto cargado de empatía y conexión. Más allá del intercambio de objetos, simboliza el aprecio y el reconocimiento de la otra persona. ¡Y cuánto más si se trata de obsequios con propósito, con cuya compra apoyamos una causa comunitaria! Conocé a Nuestras Manos, una tienda con valor social.
A Jorgelina Cabrera (69) la vida le dio el mandato de criar tres hijos, tres hijas, ocho nietos y cuidar a una madre (96) –en cama desde hace 13 años– durante 24 horas, 7 días a la semana. En el país, el trabajo doméstico no remunerado e invisibilizado representa una carga horaria de 28 horas semanales para ellas. ¿Quiénes cuidan a las que cuidan?
Esta tradicional feria del libro binacional se constituyó como un espacio de identidad cultural que aboga por la descentralización de las producciones y los y las escritoras. El intercambio activo que se da en este sitio contiene un gran valor sociocultural, y consiste en una apuesta que cada año se renueva, hacia la industria literaria regional.
Previo a la existencia del gran museo de ciencias del Paraguay, el MuCi, llega San Cosmos, un planetario digital de alta tecnología para apreciar la magnitud del universo a través de shows para todo tipo de público. El cofundador y presidente del MuCi, Dave Peery, nos comenta más sobre la realización de este proyecto de alta envergadura e importancia para la divulgación científica en el país.
El 14 de febrero se festeja el Día de los Enamorados y en esta nota te contamos cinco historias de amor que valen la pena leer.