Marquito -como era conocido- representó a nuestro país en numerosos eventos artísticos en el ámbito nacional e internacional y se volvió un verdadero embajador de nuestra cultura utilizando como principal arma su prodigiosa voz.
Fanático de su querido Olimpia, nació en el año 1963 y realizó los primeros pasos de su carrera de la mano de su padre, César. Pasó por diferentes programas radiales, televisivos y tuvo participación incluso en comedias musicales.
Marco de Brix, que falleció a los 45 años de edad, se convirtió en una de las voces más solicitadas para participar en festivales, gracias al gran carisma que lo caracterizaba.
Su partida significó un gran vacío para la sociedad y el arte paraguayo, que hasta ahora lo recuerda con gran cariño.