28 abr. 2024

Zoológico

Borges, el escritor al que los peronistas lo enviaron de castigo de la biblioteca a la función de inspector de mercados, era un hombre de una inteligencia aguda y logró vengarse cuando le preguntaron si los seguidores del general eran buenos o malos y él contestó: “Ni lo uno ni lo otro, son incorregibles nomás”.

Cuando le pidieron una definición de los políticos de su país, no titubeó en afirmar que eran un “aluvión zoológico”. Esta semana el ministro de Hacienda, que siempre se queja de la falta de recursos y mantiene una disciplina estricta que agrada a todos nuestros acreedores, afirmó que no estaba de acuerdo con nuevos impuestos porque equivaldría a salir a cazar en el zoológico. Lo que no dijo era que incluso en ese ámbito cerrado y vallado hay algunos que tributan demasiado y otros, casi nada. Todos sus colegas anteriores expresaron que los sojeros y tabacaleros pagan pocos impuestos y uno incluso –Germán Rojas– afirmó que tributan cero.

Las afirmaciones contundentes casi siempre suelen ser cuando dejaron el cargo. Mientras estuvieron se alinearon con la posición de estos dos sectores que con un incremento racional del doble de lo que legalmente deberían pagar, hoy el país no tendría necesidad de endeudarse para obras de infraestructura, cubriría sus demandas en salud y educación y conseguiríamos la anhelada igualdad tributaria.

En el zoológico los que no pagan aducen que pagar impuesto a un Estado sinvergüenza, corrupto, despilfarrador y desorganizado es inútil porque sería como tirar dinero a un barril sin fondo.

Tienen algo de razón, solo que los que pagan tributos del 10%, como la vendedora de yuyos, lo hacen de forma compulsiva y religiosa y no tienen tractores ni lobby para evadir su responsabilidad. No hay manera de convencerles de que en la región los impuestos son seis veces más para la soja y 300% para el tabaco. El negocio es claramente un estímulo para el contrabandista y el evasor.

En Paraguay, Cartes paga 16%, mientras en Brasil para donde van sus cigarrillos el impuesto supera el 60%. Claro, alguno dirá muy bien, ese es el negocio. Venderles o contrabandearles a ellos y convertirlo en presidente y en un gran jugador político al que lo realiza. Los tributos en este sector no cubren ni el daño que hacen a nivel salud el consumo de esta sustancia tóxica y cancerígena. Esto no puede continuar así y las cuestiones tributarias en todos los tiempos han sido el fermento para las grandes revoluciones y cambios.

El impuesto al té en las colonias británicas de Norteamérica avivó el fuego de la rebelión. Aquí entre nosotros, los impuestos indirectos superan el 50% de lo que recibe el Estado y eso se vuelve insostenible y aviva el enojo de la mayoría. Y si además de eso tenemos una administración donde los policías, funcionarios, legisladores están metidos en hechos de corrupción y despilfarro de recursos… estamos ante una inminente rebelión zoológica.

Los encargados de cuidar el perímetro saben muy bien que se tributa poco, se administra mal y varios animales privilegiados no pagan nada. Hay que reformar el régimen tributario al mismo tiempo que cambiar el Estado que tenemos si no queremos que los pequeños animales enjaulados tomen por asalto el zoológico de los privilegios, y para cuando eso… serán tarde los lamentos. No será el aluvión de Borges, sino el raudal paraguayo el que arrasará con los incorregibles.

Más contenido de esta sección
A poco más de dos semanas del inicio de las clases en las instituciones educativas oficiales, nos encontramos frente a un desolador y conocido panorama: el abandono de las escuelas públicas. En un rápido recorrido de UH por algunos establecimientos se comprueban pisos hundidos, techos con goteras, letrinas en vez de baños, sin acceso a energía eléctrica o agua potable. Ese es precisamente el estado de la educación pública en el Paraguay, un país desigual que les niega las mínimas oportunidades a sus niños y jóvenes.
Nos encontramos en medio de una nueva epidemia, esta vez es el dengue y la peor noticia, además del costo de vidas que está teniendo es el hecho de que se trata del mismo vector: el Aedes aegypti. Muy pronto la población y las autoridades olvidaron el impacto que tuvo dicho mosquito con la anterior epidemia, aquella vez de chikungunya, que dejó no solamente un tendal de fallecidos, sino además personas que sufrieron largas secuelas de la enfermedad. Resulta inaceptable a estas alturas que un mosquito siga causando crisis en nuestra salud.
No sé el motivo por el cual Hernán Rivas es tan importante para Honor Colorado. El hombre pasea su insolencia por los tres poderes del Estado con total impunidad y, pese a las evidencias de su impostura, sigue disfrutando de una inalterable protección política
A pesar de que ya se había advertido, desde el año pasado, que el verano podría llegar con una epidemia conjunta de dengue y covid-19, poco se ha hecho para evitar las terribles consecuencias de una nueva crisis en el sistema de salud. Las predicciones se están cumpliendo, atendiendo a los datos de Salud Pública; por semana se están contando los casos de Covid-19 y dengue con un aumento del 30%. Mientras, los servicios ya están comenzando a colapsar, mostrando preocupantes imágenes de pacientes en las urgencias aguardando ser atendidos.
El pasado miércoles Nenecho Rodríguez tomó la decisión más aplaudida desde que es intendente de Asunción: Suspendió sine die la vigencia del estacionamiento tarifado de la empresa Parxin.
Hasta hace unos días, creía que el término “nepo baby” era un neologismo creado localmente a raíz del actual escándalo de nuestro Parlamento. Wikipedia me informa que ya fue tendencia en TikTok en 2022, pues fue la palabra con la que los usuarios señalaban a los que se volvían famosos simplemente por ser hijos de artistas famosos.