La impactante reinvención del personaje de Pooh tuvo su estreno mundial en enero en México, donde recaudó casi un millón de dólares en dos semanas, y algunos analistas de la industria apuntan a que podría romper récords de taquilla.
Pero el filme, que se exhibirá en cines de Estados Unidos la próxima semana y tiene fecha de lanzamiento en Argentina el 2 de marzo, ya ha provocado amenazas de muerte de fanáticos enfurecidos y podría poner a prueba los límites de la ley de propiedad intelectual.
“Esto es de locos”, dijo a la AFP Rhys Frake-Waterfield, el director de Winnie the Pooh: Miel y sangre.

“Recibí peticiones para que pare la película. Recibí amenazas de muerte. Hay personas que dicen que llamaron a la policía”, relató el cineasta de 31 años.
Si bien las aventuras de Pooh y sus amigos Piglet, Ígor y Tigger en la pantalla grande han sido autorizadas bajo licencia a Disney por décadas, los derechos de autor de los primeros libros de A.A. Milne vencieron recientemente y el pequeño estudio independiente británico Frake-Waterfield aprovechó la oportunidad.
Las primeras imágenes de Miel y sangre, en las que Pooh y Piglet, siniestros y de tamaño humano, se cernían amenazadores detrás de una mujer que se relajaba en un jacuzzi, fueron virales el año pasado.
Ahora, la cinta con actores de carne y hueso, con menos de 250.000 dólares, apuesta a un gran despliegue. AFP