“Por el bautismo también nosotros, con el misterio de la fe, fuimos sepultados en la muerte de Jesús, para levantarnos a la vida de Dios”. Con estas palabras, el arzobispo metropolitano, Mons. Edmundo Valenzuela, comenzó anoche la liturgia de la Vigilia pascual en la Catedral Metropolitana de Asunción, ante la atención de numerosos creyentes.
Dijo que la experiencia de la resurrección de Cristo, mediante la evangelización de la Iglesia, sigue expandiendo la buena noticia y una vivencia solidaria como en los primeros siglos, por lo que, como cristianos, se anhela que las autoridades nacionales y municipales den una solución definitiva de viviendas a los damnificados por las inundaciones, que ya suman más de 38.000 en todo el país, según datos de Secretaría Nacional de Emergencia (SEN).
Además, para cimentar una nueva sociedad, Valenzuela exhortó a que se proporcione mejor educación a las familias, mejor transmisión del saber en las escuelas, mejores condiciones de salud, trabajo, transporte para todos los paraguayos.
Una sociedad fraterna, justa, abierta, según Valenzuela, “acude con sentido misionero a las necesidades de los pobres y marginados y anuncia, además, el amor de Dios, el perdón de los pecados por la muerte y resurrección de Jesucristo Nuestro Señor, ayudando a vivir dignamente como hermanos y hermanas”. Dijo a todos los fieles católicos que están llamados con el testimonio de bautismo a generar vida, a ser portadores de amor y esperanza, “a realizar el proyecto de salvación de todos por la construcción de familias basadas sobre el matrimonio de varón y mujer, en el respeto de toda vida, desde su concepción hasta su muerte natural”.
“Al desearnos el augurio de Feliz Pascua, nos comprometemos a todo esto: vida nueva, alegría y paz, porque trabajamos por la dignificación de cada persona y de cada familia, en la lucha contra situaciones de colonización ideológica, de opresión y dominación”, expresó el arzobispo.