Producción: An Morínigo.
Todos los años, en época de fiestas –y en realidad ya meses antes–, aparecen en escena las delicias que tanto grandes como chicos esperamos ansiosos. Si bien los dulces de estas fechas variaron y se diversificaron en los últimos tiempos, hay algo que todavía está presente, que nunca pasa de moda y que se sirve casi sin excepción en todas las mesas navideñas: el pan dulce.
Este alimento supo ganarse su lugar e instalarse como símbolo de una costumbre que se transmite de bocado en bocado, como el hecho de compartir el pan.
Su origen es un poco incierto, aunque hay muchas teorías del panettone que fueron cobrando relevancia y se volvieron muy populares. Algunas versiones sostienen que sus creadores fueron los griegos, por iniciar la tradición panadera. Otros indican que los primeros cristianos lo preparaban recordando la ciudad que albergó el nacimiento de Jesús, Belén o Betlehem, que traducido del hebreo significa casa del pan.
La leyenda más famosa cuenta que esta tradición nació en Milán (Italia), en el marco de la historia de amor de Ughetto y Adalgisa, más o menos por el año 1490. Él, un joven aristócrata, se enamoró de la hija de un pastelero de Milán y para acercarse a ella se hizo llamar Toni e inventó un pan con azúcar y otros agregados. Salió algo tan rico que los clientes que iban a la panadería pedían el pane di Toni (pan de Toni), que más tarde se transformó en panettone.
Así que la tradición de comer pan dulce en las fiestas viene desde el viejo continente, y se extendió hasta nuestros tiempos y nuestras tierras, consolidándose como uno de los dulces típicos de Navidad.
Muchos dejaron de ser tan tradicionales –con uva pasa y frutas abrillantadas, o solamente pan sin frutas– para convertirse en bocados más elaborados, con más ingredientes y agregados, lo que hace que hoy exista una variedad interminable. Por si fuera poco, se han vuelto aptos para todo tipo de consumidores, para que nadie se prive de nada en la Nochebuena.
Estas son algunas novedosas opciones que pueden estar presentes en las mesas de fin de año.
Por eso fuimos hasta Asuka, donde Mariela Ramírez, su propietaria, nos invitó a degustar un pan dulce sin azúcar, apto para diabéticos, pero también para celiacos, ya que no contiene gluten. Incluso es ideal también para para personas que simplemente no consumen azúcar por una cuestión de cuidado alimenticio.
Generalmente, los dulces –irónicamente– sin azúcar tienen fama de ser aburridos y poco sabrosos. Sin embargo, este producto claramente desmiente esa fama. Esta propuesta sustituye el azúcar por el edulcorante y contiene, además de la premezcla, esencias de azahar, de panettone y de vainilla. También coñac, manteca vegetal, nueces, almendras y un poco de uva pasa “para darle el toque de pan dulce que no puede faltar”, explica Mariela. Ella advierte, no obstante, que si bien este producto no tiene azúcar, sí lleva maicena y almidón de mandioca, por lo que es necesario que las personas con diabetes midan el consumo de acuerdo a cada caso particular. “Una Navidad saludable es posible”, asegura la propietaria de esta panadería, donde buscan que las personas celiacas y diabéticas también disfruten de una Navidad sin privarse de nada.
Pan dulce refrescante
El clásico italiano se ha sabido reinventar con el paso del tiempo, adaptándose a las diferentes culturas e incluso a las altas temperaturas del hemisferio sur. Un claro ejemplo es el pan dulce con helado. Sí, un panettone relleno de helado, postre ideal para las tardes y noches calurosas que tenemos en estas fechas.
Guiándose por formas y sabores que llegan de otras partes del mundo, este es un panettone especial que Myriam Vera prepara para la mesa navideña. “Sabemos de las variantes y atrapamos esas tendencias, hacemos combinaciones. En esta época, en la mesa sí o sí hay pan dulce y helado”, explica esta mujer, que lleva 25 años de carrera gastronómica.
El pan dulce que ella misma elabora cuenta con los ingredientes clásicos, como harina, azúcar, manteca, huevo, esencias, levadura, uvas pasas y frutas abrillantadas, pero luego de quitar el “corazón” del pan, lo llena de helado de diferentes sabores, desde los clásicos chocolate o dulce de leche, hasta los sabores con colores más llamativos como cielo o los frutales. A un pan dulce de un kilo le va un kilo de helado, esa es la relación.
Para decorarlo le agrega nueces, almendras, chips de chocolate y ganache, una preparación que es la base de las trufas de chocolate y que se compone de nata mezclada en caliente con chocolate en trozos. Pero también hay opciones con glaseado, cuyos ingredientes son azúcar impalpable, agua caliente, jugo de limón, esencia y colorante, si se le quiere poner color a la cobertura. ¿Un dato? Con todo lo que sobra del relleno del pan dulce, Myrian hace turrones con cacao.
Sin gluten ni lactosa
No quedan dudas de que la Navidad es una fiesta golosa. No hay mesa en la que falte el pan dulce en estas fechas. Sin embargo, generalmente olvidamos que en muchos hogares suele haber alguien con algún problema de salud que le impide consumir este tipo de productos. Por ejemplo, las personas celiacas. Para los adultos quizás es más sencillo, porque son más conscientes de lo que les pasa, pero a los niños les puede resultar más difícil comprender.
Por eso, La Casolana Gluten Free decidió crear un pan dulce especial que tiene todo lo que podría tener uno tradicional, con la diferencia de que no contiene gluten ni lactosa. Esta pequeña empresa se dedica exclusivamente a preparar productos sin gluten. Su especialidad se basa en sustituir la harina por el almidón, de modo a lograr recetas aptas para celiacos y personas con intolerancia a la lactosa. “Es muy difícil lograr recetas sin gluten y que sean ricas”, reconoce Pamela Cubilla, quien junto a su socia, Belén Monsalvo, lleva adelante este proyecto desde hace dos años.
Sin embargo, con chocolates, frutas y almendras, consiguieron lograr un producto saludable pero delicioso, cuyo sabor fue aprobado por los clientes. El pan dulce que crearon es ideal no solo para personas con estos problemas, sino también para todas aquellas que quieran un postre o un dulce saludable y con un gran valor nutricional.
Tradición que no es tradición
Amasar pan dulce con amor e ingredientes selectos parece ser la consigna de La Gourmande. El pan dulce que elaboran aquí es fruto de una receta prácticamente casera. Su principal característica es que todo lo que tiene este producto adentro, también lo lleva por fuera. Así, por ejemplo, ralladura de limón y de naranja, frutos secos como almendras o nueces, frutas abrillantadas, uvas pasas, naranjitas confitadas y cerezas. A esto le añaden una cobertura de chocolate blanco, que le da el dulzor justo. Para esta cafetería, este pan especial es en realidad su pan dulce tradicional.
Irresistible chocolate
Es el preferido de los más pequeños, ya que a muchos no les gustan las frutas abrillantadas. Pero también el elegido por muchos grandes. Hablamos del pan dulce con chips de chocolate, una buena alternativa a los clásicos con frutas y uvas pasas.
Esta variante navideña es de Dulce Manjar y se presenta con chips de chocolate y almendras, la combinación perfecta para quienes pueden prescindir de las frutas pero no del cacao. Otra atractiva propuesta entre las tantas opciones que hay para saborear en estas fiestas.
..............................
- Dulce Manjar: Fortín Galpón 789 esq. Santa Cruz (Asunción). Tel.: (0984) 279-476.