La Mesa Memoria Histórica, plataforma de organizaciones de la sociedad civil y de derechos humanos, realizó una jornada de recordación a los 50 años del Plan Cóndor y su impacto en Paraguay.
La jornada contó con el testimonio de dos víctimas de aquel plan. Se trata de Lidia Cabrera y Marcelo Mancuello. La primera es una mujer argentina, quien fue detenida en la ciudad de Puerto Iguazú (Misiones, Argentina) con su familia. Fue trasladada al Departamento de Investigaciones de Asunción, donde guardó reclusión por 1 año.
Marcelo Mancuello, por su parte, nació en prisión, ya que su madre embarazada fue detenida con su padre. Tras tres años, Marcelo y su madre abandonaron la prisión, pero fueron exiliados a la Argentina. No obstante, su padre sigue desaparecido hasta el día de hoy.
ARGENTINA. Lidia Cabrera recuerda que en el año 1977 vivía con su familia en la ciudad de Puerto Iguazú, en Misiones, Argentina. Vivía con su marido y sus dos hijas pequeñas de un año y 2 meses y la otra de 3 años y medio. Una noche llega la gendarmería a su casa para avisarles que había problemas y que tenían que acompañarlos.
“Agarré a mis dos hijas. El policía me ordenó que las deje, pero le respondí que no iba a dejarlas, que íbamos a ir con mis hijas. Fuimos con las niñas a la gendarmería. Amanecimos esa noche, después mi mamá fue a las 10 de la mañana para visitarnos. Yo no podía hablar con ella, estaba incomunicada, pero tenía a mi bebé conmigo. Al llegar mi mamá, mi nena de 3 años va corriendo junto a la abuela. Entonces mi mamá agarra a Miriam y me dice que ella le va a llevar. Me dice que no puedo tenerlas conmigo, pero decido quedarme con mi bebé. La gendarmería me ordena que entregue también a la bebé, pero les respondí que no lo iba a hacer”, recordó.
Esa misma noche, entre seis gendarmes le sacan a la fuerza a su bebé. Acto seguido la llevan a una furgoneta donde ya estaba su marido y su hermano, ya atados, para ir rumbo a Paraguay. No obstante, durante el camino fue objeto de una paliza y de un simulacro de fusilamiento.
“Amanecemos al día siguiente y me atan por una silla, con la mano atrás, y me empiezan a pegar por la cabeza y el oído. Me deja atontada. Cuando se cansaron de pegarme me dejaron. Al otro día viene otra furgoneta de la gendarmería y ordena que todos entremos ahí. La primera noche hicieron un simulacro de fusilamiento. Estuvimos esperando parados que nos iban a fusilar. Después dijeron que nos iban a llevar a otro lado. Y ahí nos meten a una furgoneta y ahí sentimos que nos subimos a una balsa en Encarnación”, explicó.
En total, Lidia y su familia sufrieron torturas durante 4 días, hasta que por fin son trasladados a Paraguay. Relata que estuvieron un año sin que sus familiares sepan absolutamente nada de ellos. Figuraban solo como desaparecidos. Su madre vino en varias oportunidades a saber sobre su hija, pero le respondían que ella y su familia no se encontraban allí, mintiéndola constantemente.
Cabrera recupera la libertad gracias a una mujer paraguaya con quien entabló amistad durante el año que estuvo recluida en el Departamento de Investigaciones. La mujer, si bien era paraguaya y colorada, estaba guardando reclusión por un hecho de contrabando. Tras recuperar su libertad, fue a avisar a la madre de Lidia que su hija fue trasladada a Paraguay.
“Gracias a esa señora que fue a decirle a mi madre que nosotros estamos ahí, ella vino otra vez, entonces ahí negaron de vuelta. Luego vino la Cruz Roja Internacional. Ahí nos llevaron a Emboscada. Pero por lo menos ya nos ficharon, aparecimos como detenidos políticos, así nos salvamos. Logré que mis hijas vinieran junto a mí hasta Emboscada. Ellas estuvieron conmigo 6 meses detenidas ahí. Estuvimos todos juntos. Ahí al salir pedí refugio político en Suiza, ya que era argentina y no me devolvieron mis documentos”, refirió.
“Desde el 78 hasta el 92 estuvimos en Suiza. Ahí volvimos a Paraguay ya que no había dictadura”, manifestó.
NACIDO EN PRISIÓN. Marcelo Mancuello nació en una cárcel de Paraguay debido a que su madre Gladys Esther Ríos fue detenida estando embarazada. Su padre, Carlos José Mancuello, también fue detenido, pero hasta el día de hoy sigue desaparecido.
“Los dos fueron presos. Mi mamá estuvo presa tres años en diferentes centros penitenciarios de detención y yo nací en uno de ellos. La acompañé hasta los 2 años y 7 meses, después fuimos exiliados a la Argentina. Mi papá fue desaparecido. Estuvo en el Departamento de Investigaciones hasta el 21 de septiembre de 1976, en el cual todo indica que fue asesinado, pero hasta el día de hoy no tenemos noticia sobre su paradero”, recordó.
Tras los tres años, Marcelo con su madre abandonaron la prisión para ser exiliados en la Argentina, donde el calvario continuaría.
“Es un decir que recuperamos la libertad. Fuimos exiliados y caímos presos en Argentina. Nos tuvieron presos hasta que por diligencia de mis abuelos nos liberaron allá y estuvimos fuera del país hasta que yo cumplí 18 años y decidí volver para recuperar parte de la historia”, comentó.
Marcelo señaló que es complicado rememorar todos los hechos porque son bastante dramáticos y la historia familiar es muy compleja. No obstante, lo hace para que la ciudadanía y las nuevas generaciones entiendan que esos hechos no pueden volver a suceder.
“Para nosotros las víctimas y los militantes de derechos humanos, la tarea de la memoria es una tarea diaria que tenemos que trabajar todos los días para tratar de que la gente entienda que no es de la imaginación, sino que son hechos que realmente ocurrieron, y que nunca más deberían de ocurrir. Y eso únicamente insistiendo, comentando, divulgando y explicando a la gente lo que es este proceso, y a las nuevas generaciones, que puedan entender de que gente, que tal vez convive en la cotidianeidad, verdaderamente fue víctima de este proceso, y que no es algo que estuvo ajeno a la cotidianeidad de la sociedad paraguaya sino que es algo que penetró profundamente en muchas familias, que hoy comparten en la escuela, el trabajo o cualquier otro espacio con nosotros”, señaló. La jornada se desarrolló en el Museo de las Memorias y consistió en un debate con análisis histórico.