30 jun. 2025

Viaje a las profundidades de la naturaleza humana y el cosmos

En la historia del cine hay toda una tradición donde la ciencia ficción roza la discusión filosófica. Desde Metrópolis, pasando por Solaris, Blade Runner, Contacto, Matrix, Sunshine, Watchmen, Sector 9 hasta las últimas de estilo orgánico-minimalista como Minority Report, Prometeo, Oblivion, Elysium y varios más, se ha puesto a los protagonistas en situaciones límites que problematizan la condición humana.

Foto: UH Edicion Impresa

Foto: UH Edicion Impresa

Sergio Cáceres Mercado | caceres.sergio@gmail.com

Esta nueva creación de los hermanos Nolan quiere inscribirse en esta línea donde se cuestionan tantos conceptos que tomamos como normales, tal es el caso de ciertas leyes de la naturaleza. Para hacer esto se entrometen con varias teorías de la física, en especial la relatividad general de Einstein, con especial énfasis en todas las paradojas espaciotemporales que desde siempre han sido el deleite de la ciencia ficción. El único punto flojo de toda la producción es justamente el enrevesamiento consistente en entender los mínimos detalles que conllevan estas teorías físicas en su alto grado de especulación.

Pero sabemos que los Nolan no se quedan acá. Saben, y lo han hecho bien una vez más, urdir toda una trama con suspenso que va en aumento a medida que los hechos se van precipitando. Acá la música cumple una función clave y Hans Zimmer se luce como es habitual.

El registro tonal va marcando los tiempos entre situaciones y escenas alejadas pero concatenadas, tal como ocurría en Inception.

Los actores cumplen sin tachas sus roles respectivos, pero sin duda el protagonista, Matthew McConaughey, se muestra con una madurez que acalla cualquier duda acerca del Oscar ganado el año pasado.

Interestelar ofrece complejos registros en su historia. Sin embargo, la clave, creo, radica en el largo viaje que hace el ser humano buscando la última frontera, para luego volver a sus íntimas raíces. El viaje esta vez no es espacial, interestelar, sino temporal. La gravedad no es solo una fuerza, sino una dimensión a través de la cual se puede viajar. Sí, es ciencia ficción dura y pura, y con todas las paradojas, contradicciones y sinsentidos que podemos encontrar en los viajes a través del espacio-tiempo.

Pero todo en el fondo es una excusa para explorar la profundidad de los afectos humanos. Entre las fuerzas que la física admite, estos intrépidos viajeros incluyen al amor como la más poderosa. En este punto, hay diálogos de gran profundidad, cada uno de ellos merecedores de todo un análisis filosófico. No se resuelve ningún misterio, simplemente se ahonda más en uno de ellos. Y esto ya es un mérito que la ubica como una de las recomendadas al Oscar.