Diez años después de regresar de Afganistán, Marc Silvestri solo quería una cosa: que sus compañeros también pudieran volver a casa. Pero observar la caótica retirada de Estados Unidos dejó conmocionado a este veterano del ejército estadounidense.
“Los últimos días no han sido fáciles”, confió a la AFP Silvestri, quien ahora tiene 43 años y es jefe de servicios para veteranos en Revere, Massachusetts.
“Yo estaba a favor de la retirada, pensé que era hora”, dijo. Pero después de 20 años de intervención y miles de millones de dólares, no anticipó que los talibanes serían “tan rápidos y descarados” para recuperar el control del país.
“Nunca imaginé que con todo el entrenamiento y el dinero que pusimos en el ejército afgano, simplemente bajarían sus armas y entregarían las llaves del país. Eso ha sido impactante para mí”, dijo.
Para los veteranos de la guerra más larga de Estados Unidos, el repentino regreso del control talibán en Afganistán trajo consternación, ira, resignación y preocupación.
En solo unos días, el ejército y el gobierno afganos colapsaron. El domingo, Kabul cayó sin luchar cuando los talibanes entraron a la ciudad y el presidente Ashraf Ghani huyó del país.
La rendición llevó a miles de afganos a correr en masa al aeropuerto de la capital, en un intento desesperado por huir mientras los gobiernos extranjeros intentaban evacuar a su personal.
“UN DESASTRE”. Para el veterano Chad Fross, la retirada de las tropas estadounidenses, decidida por el presidente republicano Donald Trump y confirmada por su sucesor demócrata Joe Biden, “siempre iba a ser un desastre”, independientemente de quién la llevara a cabo, debido a la falta de comprensión de Afganistán.
“Mucha gente se va a preguntar '¿Por qué? Fue inútil ir allí. Ver a mis amigos morir, quedar mutilados o volverse locos’”, dijo Fross. “Pero al mismo tiempo, me pregunto cuánto más inútil sería seguir ahí cuando iba a ser el mismo resultado dentro de 20 años”.
Los veteranos están particularmente preocupados por el destino de las mujeres afganas bajo control talibán. Cuando gobernaron entre 1996 y 2001, los extremistas islamistas redujeron a la nada los derechos de las mujeres, prohibiéndoles salir o recibir educación.
La invasión estadounidense había mejorado la situación de las niñas y mujeres en Afganistán, especialmente en las zonas urbanas, pero estos avances podrían perderse ahora. “Estos ideales que pensamos que íbamos a asegurar allí, eso es lo que creo que molesta a mucha gente”, dijo Chad Fross. “A mí también me molesta”.
Biden, que el lunes dijo no arrepentirse de finalizar la misión en Afganistán, prometió evacuar a “miles” de ciudadanos estadounidenses y afganos que colaboraron con las fuerzas estadounidenses.
Militares de EEUU que lucharon en Afganistán ven con preocupación y decepción la caótica situación en ese país. Se preguntan si tanto esfuerzo y vidas valieron la pena.
Armas en manos enemigas
Estados Unidos admitió el martes que muchas de las armas y equipos de defensa con los que combatió durante dos décadas de guerra en Afganistán han caído en manos de los talibanes y se resignó a no poder recuperarlos.
“No tenemos una idea completa de adónde ha ido cada artículo de material de defensa, pero ciertamente, una cantidad importante ha caído en manos de los talibanes”, reconoció Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
“Y obviamente, no parece que nos los vayan a devolver voluntariamente”, añadió Sullivan durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Estados Unidos también anunció el martes que continuarán los vuelos de evacuación “durante las próximas semanas” desde el aeropuerto de Kabul de sus ciudadanos y colaboradores afganos “de manera segura y ordenada”, informó este martes el portavoz del Pentágono, John Kirby, después de la toma de la capital por parte de los talibanes.