Mediante la previa inscripción en una plataforma virtual, bautizada Vacunate Covid-19, el Ministerio de Salud Pública (MSP) emprenderá la inmunización contra el nuevo coronavirus.
La población de riesgo prioritaria está constituida por los adultos mayores y el personal de blanco más expuesto al virus. En efecto, desde el 10 de febrero los trabajadores de salud ya podrán agendarse en la página web.
Ahora, ¿qué pasará con los ancianos que no tienen acceso a internet, a un teléfono celular o que literalmente viven abandonados por sus familiares?
A este segmento social, la gente de Salud piensa llegar directamente con las vacunas y la información correspondiente, ya que su aplicación es voluntaria y de libre consentimiento.
La doctora Dorys Roig, directora de Coordinación de Regiones Sanitarias, comentó que a instancias del Instituto de Bienestar Social saben que hay 1.000 personas en asilos a nivel país.
“Vamos a tener que ir nosotros a vacunarlos. Con ellos va a ser presencial y por región sanitaria”, afirmó al señalar que el punto importante “es que tengamos disponible la vacuna de 2 a 8 grados porque con la de 20°C será difícil llegar presencialmente a los asilos del interior”.
En efecto, las dosis del biológico que arribarían primero al país serían de la marca AstraZeneca/Oxford, que se conservan a temperatura de un freezer doméstico.
Y a ese grupo objetivo pueden vacunarlos –dijo Roig– en un par de días. “Los asilos están con diferentes equipos regionales de vacunadores; o sea es sumamente factible esa posibilidad de vacunar a 1.000 personas en dos días, presencialmente”, indicó.
Por lo que, a la par del personal sanitario, el primer grupo que recibirá las vacunas anti-Covid, una vez que se tenga la posibilidad de hacerlo in situ y no en establecimiento hospitalario, van a ser las personas de los asilos. Después seguirán con el grupo de personas con más de 80 años –que son alrededor de 100.000– y a quienes insistirán en la inscripción en la plataforma.
“Si no llegamos a las metas se apelará a las organizaciones comunitarias y religiosas. Si llegamos a 10.000 personas nomás y a 90.000 no les estamos encontrando, ahí sí vamos a pedir esa búsqueda activa para que la gente tenga la posibilidad de que se inscriban mediante un pariente o un vecino”, refirió.
Apelarán, en ese sentido, a la solidaridad de familiares y allegados para que anoten a sus respectivos abuelitos o abuelitas y faciliten sus números telefónicos. O bien, a los vecinos para que puedan facilitar esa información.
