“Somos 200 pobladores aproximadamente, desde hace 1 año tenemos identidad, antes era solo una inmobiliaria, cuando empezó la olla popular nos dimos cuenta que hacía mucha falta las verduras porque son muy caras, aquí nosotros teníamos un basural y limpiamos y empezamos a preparar para la huerta”, expresó Ernesto Alvarenga uno de los vecinos involucrados en el proyecto.
Los vecinos destacan que consiguieron las semillas en forma de donación por parte de los comercios y recibieron apoyo del Municipio para el sistema de regadío. “En nuestra huerta tenemos cebolla de verdeo, lechuga, ajo, cebolla en bulbo, tomate en 60 metros, cada tablón tiene 45 metros, todo para consumir en el barrio, las semillas nos donaron los comercios, la Municipalidad nos donó el sistema de regadío, pusimos un cercado eléctrico para que no entren animales, nuestra chacra tiene una manzana, tenemos poroto, arveja y batata usamos mientras el predio dónde se va a construir la Comisaría de San Ignacio el intendente nos dio permiso de entrar”, agregó. Por último el vecino menciono que piensan en retomar las ollas populares porque es ahora que la crisis se va a sentir los efectos de la pandemia. VR