Algunos indicios tuvimos ya como un adelanto la semana que pasó, ya que pudimos ver que el candidato que perdió unas internas recibió de premio consuelo un lindo asiento en la mesa de consejeros de Itaipú. No se lo trajo de regalo Papá Noel, el presente salió de la bolsa de regalos del Estado paraguayo, o mejor dicho, de la caja chica llamada Itaipú.
El paraguayo desempleado y el subempleado, y aquel que trabaja en condiciones precarias y no percibe ni siquiera el salario mínimo, esos seguirán rezándole a la Virgen de Caacupé para sostener a su familia y llegar más o menos a fin de mes, con lo caro que está todo; pero deberán pedirle un refuerzo a Chiquitunga por si alguien enferma, ya que dependerá de la suerte, si llega a un hospital público, y solo el azar dirá si hay insumos y medicamentos. En el caso de que apareciera alguna de esas enfermedades catastróficas, que espere sentado la ayuda del Estado, pues en esa situación solo resta pedir socorro a través de los medios, y las infalibles polladas y rifas que organizarán los vecinos.
El vamos a estar mejor de ninguna manera se aplica a ninguna área de la salud pública.
Mejor no engañarse, a esos que quieren ganar las elecciones no les interesan las políticas públicas. Si hoy, que su partido está en el gobierno, no son capaces de salvar la vida de niños mordidos por serpientes, en pleno siglo XXI, como tampoco son capaces de mejorar la vida de las mujeres, para las que el acto de dar a luz, si viven muy lejos de la capital, es una pesadilla que a veces termina muy mal.
La verdad es que ni mujeres ni niños van a estar mejor. Como muestra ya tuvimos este año un ejemplo, cuando los diputados le dieron media sanción al proyecto que deroga la Ley Nº 6659 “De Financiación Educativa”, el famoso convenio con la Unión Europea. Con esa acción pusieron en riesgo los recursos para la infraestructura escolar y también para el almuerzo escolar, además de la reparación de aulas y compra de libros de texto. Con su campaña populista y mentirosa son una amenaza. Sin dudas, los niños paraguayos pobres no van a estar mejor. Y eso que acá no mencionamos que a estos políticos no les preocupa ni un poco la epidemia de abuso sexual que sufren niñas y niños, después de todo no solo son pobres, sino que además no votan.
En cuanto a las mujeres, lamentablemente van a seguir siendo objeto de acoso y de todo tipo de violencias, y habrá más feminicidios, pues, pese a que tenemos una ley, la 5777, de Protección a las Mujeres contra la Violencia, las instituciones no funcionan. Cierto que hay más denuncias, pero la cruda realidad es que muchas de las muertes se dieron como resultado de fallos en el sistema de protección a las mujeres que denuncian.
Un caso que ilustra esta afirmación se dio este año, cuando una joven de 22 años fue asesinada por su pareja de dos disparos en Ñemby. La joven había hecho 11 denuncias contra su ex pareja, pero al final igual terminó muerta.
Otro detalle, con los años incluso han ido achicando el presupuesto asignado al Ministerio de la Mujer. O sea que todo será igual, especialmente sus promesas electorales y sus discursos vacíos.
Lo más trágico de todo es nuestra actitud sumisa, indiferente y apática. Como ciudadanos que nos ganamos la vida con nuestro esfuerzo, solamente vamos a estar mejor el día que reclamemos que resuelvan los problemas que nos afectan, como el horrible transporte público y sus reguladas, que no haya camas de terapia ni medicamentos o que se caigan los techos de las aulas sobre la cabeza de los escolares. Si seguimos votando a los que gobiernan desde hace 70 años, definitivamente no podemos estar mejor.