El tenis serbio, número uno del mundo, se convirtió desde su arribo a Estados Unidos en el centro de atención tanto dentro como fuera del campo y será de nuevo el rival a vencer en el primer Grand Slam, pos-Covid-19, tras la cancelación de Wimbledon y la postergación de Roland Garros, de mayo a setiembre.
Djokovic, que comenzará contra el bosnio Damir Dzumhur su decimoquinto Abierto de Estados Unidos, llega invicto (23-0) en lo que va de año y reforzado tras el título conseguido en el torneo de Cincinnati.
El certamen no contará con varios colosos de la disciplina, pero en este cuadro se destaca la ausencia del español Rafael Nadal, preocupado por la situación sanitaria, y Roger Federer, quien se encuentra en proceso de recuperación. La lista de bajas continúa con el japonés Kei Nishikori, el australiano Nick Kyrgios y el también suizo Stanislas Wawrinka, entre otros.
Por otra parte, los organizadores dieron a conocer que los premios que se van a repartir las jugadoras y jugadores serán de 53,4 millones de dólares, 3 millones para el campeón y la campeona de individuales, mientras que los finalistas recibirán 1,5 millones de dólares.