El caso que involucra al congresista Hernán Rivas y las sospechas respecto a la validez de su título de abogado está teniendo un nuevo giro en este agitado mes de enero. Esta vez se trata de una imputación del senador colorado cartista.
La responsable de esto es la fiscala Patricia Sánchez, quien recientemente imputó al senador Hernán Rivas por producción mediata de documentos públicos de contenido falso y uso de documentos públicos de contenido falso. La representante del Ministerio Público sospecha que, en el afán de obtener la matrícula profesional de abogado, Rivas habría presentado un título y un certificado de estudios expedidos por la Universidad Sudamericana en los que, supuestamente, estudió entre el 2010 y el 2015. Sin embargo, no existe “documento académico que pueda sostener la verdad”.
De acuerdo con la imputación, el senador Rivas habría utilizado los mismos documentos ante la Cámara de Diputados, que en junio del 2020 lo eligió como su representante ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) y después hizo lo mismo para obtener la matrícula de abogado, que le fuera otorgada por la Corte el 7 de julio del 2021.
Según la denuncia, el senador colorado también utilizó esos mismos documentos ante la Cámara de Senadores para ser electo su representante ante el JEM. La fiscala Sánchez solicitó al Juzgado de Garantías el desafuero de Rivas y pidió prisión preventiva, una vez que se cumpla con el proceso en el Congreso. Ese procedimiento se haría efectivo recién en febrero, pues como ya anunció el líder de la bancada cartista en la Cámara Alta, el senador Basilio Núñez, la convocatoria sería recién el 15 de febrero, pues varios de sus colegas están de viaje.
En diciembre pasado, en una sesión exprés de la Cámara de Senadores, una aplanadora de 29 colorados salvaron al senador Hernán Rivas y así pudo conservar su banca. Acusado de tener un título falso de abogado, en aquella sesión negó las acusaciones, y dejó memorables pasajes que rápidamente se convirtieron en meme en las redes sociales, como cuando pidió que por Secretaría se lean “los informenes” (sic) del Ministerio de Educación.
La primera denuncia fue presentada en el mes de junio de 2020 por parte de la Asociación de Abogados y Auxiliares de la Justicia Penal, en la que se solicitaba que se investigue la validez del título de abogado de Rivas. “¿Cómo el juez de jueces va a saber menos que los jueces y fiscales a quienes debe juzgar?”, se preguntaba la Asociación hace tres años y medio.
Posteriormente, en las últimas elecciones, Rivas fue electo senador, y en medio también hubo una acusación de que usó en su campaña electoral la avioneta de Erico Galeano, también utilizada por el supuesto narco Sebastián Marset y Tío Rico, del clan Insfrán. Tras su elección como presidente del JEM, Rivas proclamó su lealtad a Horacio Cartes diciendo: “Ustedes saben que yo le adoro a don Horacio Cartes…”.
Las fuertes presiones mediáticas y ciudadanas lograron apenas que Hernán Rivas solicitara un permiso como representante del Senado ante dicha instancia.
El escándalo que nada menos que el titular de la instancia que juzga a los magistrados sea puesto en duda por la validez de su título de abogado fue uno de los grandes temas que dominó el 2023, pero lo que más resalta en esta vergonzosa historia es el fuerte blindaje que hace el cartismo del senador Rivas.
Esta no es una anécdota más, estos hechos forman una mancha en la misma institucionalidad del Estado paraguayo e interpelan, sin duda, respecto a la calidad de nuestra democracia.
 
    
    