En Europa, donde el calentamiento progresa el doble de rápido que la media mundial, según los expertos, varios países acusaron temperaturas extremas.
En Italia, 16 ciudades estaban en alerta roja, con máximas de hasta 36 y 37 ºC.
Pese a ello, unos 15.000 peregrinos y turistas, según la gendarmería vaticana, se congregaron en la plaza de San Pedro para asistir a la tradicional oración del Angelus.
España se encontraba el domingo a las puertas de una nueva ola de calor.
La agencia meteorológica española (Aemet) emitió avisos naranja por altas temperaturas (38 a 42º C) en amplias zonas de la Península Ibérica y las islas Baleares el lunes, además de aviso rojo (peligro extremo), en zonas de Andalucía, Cataluña y Mallorca (42 a 44º C).
Estados Unidos no se libra. El país enfrentaba una ola de calor “extremadamente peligrosa” de California a Texas, según el Servicio Meteorológico Nacional norteamericano (NWS).
En el Valle de la Muerte, en California, el termómetro llegó escaló hasta 51° C y este domingo se esperaba que llegue hasta 54 grados.
En Canadá ardieron ya este año más de 10 millones de hectáreas, un balance muy superior a lo que el país vivió en el pasado.
En Asia, las tormentas se suman al calor extremo.
En Japón, las autoridades emitieron una alerta por golpe de calor en 20 de las 47 prefecturas del país, con temperaturas cercanas a los 40 grados. China, a su vez, emitió varias alertas por altas temperaturas y advirtió que estas podrían alcanzar máximas de hasta 45 grados.
El calor es uno de los eventos meteorológicos más mortíferos, recordó recientemente la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El verano pasado, sólo en Europa murieron más de 60.000 personas a causa del calor. AFP