El hecho se registró aproximadamente a las 11.00 del miércoles, dentro de una vivienda en el sector conocido como Oga Renda, del barrio San Luis de la mencionada localidad del primer departamento.
Los autores son dos hombres que se movilizaban a bordo de una motocicleta que le sacaron la vida con disparos de arma de fuego a la joven Raquel Ruiz Delvalle, una madre de 28 años de edad, oriunda de Jhugua Guazú, Loreto, y que vivía en Concepción. La víctima era madre de una criatura de tres meses, según comentaron los testigos a los investigadores.
CONSULTA. Los hombres supuestamente llegaron hasta el frente de la vivienda donde residía Raquel. La víctima estaba con una prima, y esta comentó que los desconocidos descendieron de la moto y la abordaron preguntando por una tal Verónica.
Raquel les respondió a los hombres que no conocía a ninguna mujer con ese nombre e ingresaron apresuradamente a la casa. Segundos después uno de los desconocidos ingresó a la propiedad, derribó la puerta de la casa y se dirigió directamente a la joven madre.
Con un revólver en mano apuntó a Raquel y empezó a disparar de seguido. La mujer, herida de bala, cayó al suelo. Su prima buscaba ayuda para salvarla, mientras el sicario huía de nuevo del lugar.
La joven recibió cinco impactos de bala, presumiblemente calibre .38, que le produjeron 11 heridas, de cuya consecuencia se produjo su muerte en la sala de Urgencias del Hospital Regional.
Según la fiscala Leticia del Puerto, hasta el momento se desconocen la causa y los autores del hecho y que la policía está recabando los datos y evidencias para hilar el hecho, cuyas características apuntan a un hecho de sicariato.
Según los familiares, la mujer no tuvo ningún problema, vivía en pareja con un joven de su edad, con quien tiene una criatura de tres meses.
Expansión de la industria en el país
Según un informe de ÚH, existen dos tipos de sicarios. Los que pertenecen a las facciones del crimen organizado (Primer Comando Capital o Comando Vermelho) instaladas en Amambay y que cumplen dicha función en la cadena de mando; y los “privados”, que son contratados para ejecutar homicidios encargados por personas ajenas a las bandas mafiosas.
Estas son personas con problemas judiciales y que ven al sicariato como un servicio al mejor postor, según el investigador de la Policía, comisario César Silguero. Un sicario puede llegar a cobrar desde 1 millón de guaraníes hasta 20.000 dólares.