27 jun. 2025

Un lúcido testigo-investigador de la Guerra del Chaco

Militar profesional, excombatiente de la Guerra de 1932 al 35, versado en historia, dejó en dos tomos un análisis detallado del conflicto bélico abarcando sus diversas facetas. Documentos inéditos enriquecen su obra.

Por Mario Rubén Álvarez

alva@uhora.com.py

Muchos son los lúcidos estudios, análisis, cronologías y relatos acerca de la Guerra del Chaco, entre Paraguay y Bolivia (1932-1935). De entre ellos, sin embargo, pocos son los que proporcionan una visión contextualizada, amplia, detallada y tan bien fundamentada como la que ofrece la obra póstuma del teniente coronel Antonio E. González.

El título de la obra puesta en circulación por la colección Bicentenario de la editorial El Lector es Historia integral de la Guerra del Chaco (1932-1935), en dos voluminosos tomos.

Como en contadas ocasiones, también el adjetivo “integral” está empleado con precisión y sapiencia. Eso es lo que el autor busca y eso es lo que logra a través de casi mil enjundiosas páginas.

EL AUTOR. Antonio E. González nació en Quiindy (Departamento de Paraguarí) el 11 de marzo de 1906.

Ya con los tambores de guerra sonando muy cerca de la patria, en 1926 egresa de la Escuela Militar en la que había estado como cadete.

Después de los acontecimientos del asesinato del teniente Adolfo Rojas Silva, la masacre de estudiantes ocurrida frente al Palacio de Gobierno y otros hechos relevantes de la historia paraguaya, se encontraba ya en medio de la guerra contra los bolivianos, en 1932.

El coronel Juan B. Ayala, tras ser nombrado comandante del II Cuerpo de Ejército, llevó a González al teatro de operaciones. Fue así como empezó a convertirse en un testigo calificado de lo que fue esa contienda que duró hasta el 14 de junio de 1935.

Ya en el Chaco, se desempeñó como comandante del Regimiento de Infantería (RI) N.º 14 Cerro Corá, jefe de organización y operaciones del II Cuerpo y comandante del RI 5 General Díaz.

RESPONSABILIDADES. El historiador Luis G. Benítez en su Breve historia de grandes hombres (Asunción, 1986, pág. 155) consigna que Antonio E. González participó de manera destacada “de la gran maniobra de Zenteno-Gondra”, indicando que “dos días después de Campo Vía el capitán Antonio E. González, al frente de su regimiento, entraba en Saavedra”.

Posteriormente fue designado para comandar el RI 15 Lomas Valentinas.

Cumpliendo siempre labores de gran responsabilidad, estuvo en las líneas de avanzada del ejército paraguayo. Llegó hasta el río Parapití en territorio que luego quedó en posesión boliviana. Su destacamento -consigna el historiador citado- “cumplió su parte de sacrificio con gran coraje, eludiendo cercos, resistiendo heroicamente la presión enemiga”.

POSGUERRA. “Con posterioridad a la guerra, no pudo escapar de las inquietudes cívicas de la época. Participó de las conspiraciones previas al derrocamiento de Eusebio Ayala, conociendo por ese motivo el destierro. Tampoco le fueron ajenas la prisión y la larga vida de ostracismo”, escribía el historiador Alfredo M. Seiferheld.

El investigador consigna que cuando conversó con él en 1979 estaba escribiendo la gran obra suya sobre la Guerra del Chaco, que ahora está en páginas impresas.

González, ya militar retirado, fue parlamentario del Partido Colorado, intendente de Asunción y embajador paraguayo en Bolivia y América Central.

Murió en Asunción el 21 de marzo de 1982.