Ocho años después de haber dado la mayor sorpresa política moderna y cuatro después de haber dejado el poder en medio de un caos inimaginable, el republicano estará de vuelta en la Casa Blanca.
Parte de los republicanos lo abandonaron después de que simpatizantes del magnate asaltaran el Capitolio en 2021.
Pero el millonario de 78 años ha recuperado en cuatro años un control total sobre el partido.
Durante la convención de los republicanos a mediados de julio disfrutó viendo cómo aquellos que le dieron la espalda se deshacían en alabanzas en el escenario. Fue dos días después de ser blanco de un intento de asesinato (13 de julio) durante un mitin en Pensilvania.
La imagen de Trump levantándose, con el rostro ensangrentado y el puño en alto, es la más impactante de la campaña.
Los cuatro años de Trump en el poder siguen empañados por su incapacidad para ser reelegido en 2020: una derrota frente a Joe Biden que nunca reconoció.
Su partido sufrió reveses en referendos sobre el aborto, incluso en estados muy conservadores.
Pero en las elecciones de este martes se redimió. Derrotó a su rival, la vicepresidenta demócrata Kamala Harris, de 60 años, al cabo de una campaña muy agresiva en la que los insultos estuvieron al orden del día.
Presume incluso de haber conseguido el voto popular. De ser así sería el primer republicano en lograrlo en 20 años. “Hemos hecho historia”, clamó victorioso ante sus seguidores. AFP