La Unión Europea (UE), EEUU y la OTAN cargaron ayer contra Rusia después de que Holanda y el Reino Unido la acusaran de intentar perpetrar ciberataques contra organismos internacionales y, en concreto, a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), con sede en La Haya.
Holanda anunció ayer que en abril expulsó a 4 funcionarios del Departamento Central de Inteligencia de Rusia (GRU, en ruso) cuando preparaban un ataque cibernético contra la red de internet de la OPAQ. Los supuestos agentes, que llevaban consigo 20.000 dólares y 20.000 euros en metálico, habían realizado exploraciones en persona en la sede de ese organismo internacional, estacionaron su vehículo cerca del edificio y abrieron el maletero para manipular un “equipo de alta calidad” destinado a piratear conexiones wifi de forma remota, según las autoridades holandesas.
Las instituciones de la UE tienen serias preocupaciones por el acto agresivo de Moscú, señalaron en conjunto el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; el máximo responsable del Consejo de la UE, Donald Tusk, y la jefa de la diplomacia Federica Mogherini. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se sumó a la catarata de reacciones occidentales de alto nivel y declaró, que Rusia debe detener su patrón de comportamiento imprudente, incluido el uso de la fuerza contra sus vecinos. efe