La conversación con Sheinbaum fue “muy amistosa”, describió el republicano en su red Truth Social.
“Acordamos suspender de inmediato los aranceles anticipados por un periodo de un mes”, durante el cual “mantendremos negociaciones encabezadas por el secretario de Estado Marco Rubio, el secretario del Tesoro Scott Bessent y el secretario de Comercio Howard Lutnick, así como por representantes de alto nivel de México” en un “intento por alcanzar un acuerdo”, añadió.
Según el republicano, las autoridades mexicanas también deben detener la afluencia de “migrantes ilegales”.
Sheinbaum anunció que “México reforzará la frontera norte con 10.000 elementos de la Guardia Nacional de forma inmediata, para evitar el tráfico de drogas”, en particular de fentanilo.
Este opioide sintético es la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 45 años, con al menos 75.000 decesos al año, según datos oficiales.
tráfico de armas. La presidenta señaló además que Washington se comprometió a trabajar para “evitar el tráfico de armas de alto poder a México”, un reclamo que el gobierno mexicano ha hecho en varias ocasiones y que incluso lo llevó a demandar a los fabricantes de armas en Estados Unidos.
México se esperaba los aranceles que el magnate prometía desde hacía meses, pero el anuncio, el sábado, fue acompañado de una acusación demoledora.
Según Trump, los cárteles mexicanos, “principales traficantes mundiales de fentanilo, metanfetamina y otras drogas”, tienen “una alianza con el gobierno de México y ponen en peligro la seguridad nacional y la salud pública de Estados Unidos”. Asegura además que el Gobierno mexicano les ha proporcionado “refugios seguros”.
México, dolido por lo que califica de “calumnia” y ofensa, contraatacó prometiendo medidas arancelarias contra el principal destino de sus exportaciones, pero sin cerrar la puerta al diálogo.
MENOS AMISTOSA. La conversación con Trudeau fue menos fructífera. “Volveré a hablar con él a las 15:00” (20:00 GMT), escribió Trump, quien quiere convertir Canadá en el estado número 51 de Estados Unidos.
Le culpa de permitir la entrada de fentanilo y de migrantes en situación irregular en territorio estadounidense.