Trudeau tiene previsto discutir con los primeros ministros de Canadá provinciales la crisis causada por las protestas contra las restricciones impuestas para frenar la pandemia de Covid-19 y posibles medidas para solucionar la situación. Posteriormente, se reunirá con todos los diputados del gobernante Partido Liberal.
En la noche del domingo, Trudeau mantuvo otra reunión del Grupo de Respuesta a Incidentes (GRI), un gabinete de emergencia compuesto por un selecto número de ministros y altos funcionarios que solo es convocado cuando se producen situaciones de crisis que afectan a la seguridad nacional.
Según un comunicado publicado en Twitter, el primer ministro indicó que el grupo trató “acciones que el Gobierno puede tomar para ayudar a terminar los bloqueos y ocupaciones”.
La reunión del GRI se produjo después de que el ministro de Preparación para Emergencia, Bill Blair, advirtiese el domingo que el Gobierno está considerando invocar las leyes de emergencia del país, lo que podría significar el uso de las fuerzas armadas.
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Mientras, la situación en el puente internacional Ambassador, que conecta las ciudades de Windsor (Canadá) y Detroit (EEUU), volvió este lunes a la normalidad después de que la Policía canadiense despejara el domingo el bloqueo que mantuvo el cruce cerrado durante una semana.
Camiones y vehículos privados empezaron a circular por el puente, el principal paso fronterizo entre Canadá y Estados Unidos, a partir de la medianoche.
El puente, por el que circulan diariamente mercancías por valor de unos USD 400 millones, había sido bloqueado por camioneros opuestos a las medidas contra la pandemia.
La Policía de Windsor informó que detuvo a dos docenas de personas y retiró varios vehículos en la operación que permitió la reapertura del puente.
Pero otros dos cruces fronterizos, Coutts, en el oeste del país, y Emerson, en el centro, seguían hoy cerrados al tráfico por las acciones de camioneros y agricultores movilizados por el movimiento antivacunas y grupos radicales.
Además, la ocupación del centro de la capital canadiense, Ottawa, por unos 400 camiones y centenares de personas entró en su tercera semana sin señal de resolución.