Por Silvana Molina
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A una temperatura de cinco grados, protegidas por redecillas plásticas y separadores, en hileras de cuatro y en paquetes de veinte, las rosas recién cortadas del campo esperan su turno para el largo viaje.
Al día siguiente irán en camión refrigerado hasta Clorinda, donde tendrán que cambiar su confortable vehículo para ser alzadas a un ómnibus de pasajeros que las llevará a la capital bonaerense.
Cada semana, entre 25 y 30 mil rosas producidas en Paraguay llegan de esta manera al mercado argentino, exportadas por la empresa Florexport SA. El negocio no es nuevo para esta firma. “Empezamos hace diez años y lo hacemos con muy buen resultado”, afirma el director de la empresa, Enrique Pekarevich.
Las seis hectáreas cultivadas en la ciudad de Itá lo corroboran. Allí, unas 360 mil plantas (60 mil por hectárea) florecen en distintas etapas, durante todo el año.
“Desde que empezamos hicimos un cultivo industrial. Siempre nos hemos dedicado a tener una flor linda en cantidad y en sanidad, porque si no, no se puede exportar”, explica Pekarevich.
Unas 50 personas trabajan de manera permanente en la producción de rosas, entre los que preparan el suelo, realizan el cultivo, los cuidados, la cosecha, el embalaje, etc.
La mayoría de los empleados son pobladores de la zona, en algunos casos familias enteras. “Dentro de la floricultura se podría dar mucha mano de obra, pero sin créditos blandos es difícil, porque se requiere mucha inversión para poder tener una calidad de exportación”, comenta el empresario.
Agrega que lo único que faltaría en Paraguay es que el gobierno otorgue créditos para floricultores como se ha hecho en Chile, en Ecuador y en Colombia, que son grandes exportadores de flores.
“A nosotros nos interesaría que haya otros floricultores para poder exportar en grandes volúmenes, como hacen otros países”, dijo.
Las seis hectáreas que Florexport tiene en producción son pocas para la demanda que tienen de Argentina.
“Un solo cliente nos pide 100 mil tallos semanales y nos comprometimos a llegar a esa cantidad para el año que viene. Por eso nos pusimos como meta llegar a 20 hectáreas porque, si nosotros no les proveemos, esta empresa va a importar de otros países, como Brasil o Ecuador”, explicó Pekarevich.
MERCADO LOCAL. Pero esta firma no abastece solo al mercado internacional sino también al local. “Proveemos a la mayor parte de las florerías. También a gente que hace arreglos, a los cementerios y a los mercados”.
Pekarevich desmitifica: “Se decía que no había flores nacionales, que aquí no se produce y que no se exporta. La verdad está a la vista”, asevera.