Al borde de las lágrimas, el colono confirmó que su hijo se encontraba bien de salud pero muy afectado de ánimo por la situación que le tocó atravesar.
En la mañana de ayer, David fue hasta la zona de la comunidad indígena Jeroky Rokua, ubicada a 15 kilómetros de la localidad donde viven en inmediaciones a Santa Rosa del Aguaray, Departamento de San Pedro.
El secuestrado permaneció en la comunidad desde la noche del lunes, cuando fue liberado por sus captores.
HUMILLANTE PEDIDO. Sus familiares y miembros de la comunidad menonita cumplieron con el pedido del grupo armado de la entrega de víveres por valor de USD 500.000 a varias comunidades carenciadas del país.
Desde la mañana del lunes estaban a la expectativa luego de concluir con la repartición en los barrios Ricardo Brugada y Pelopincho, de Asunción.
El fiscal Lorenzo Lezcano, uno de los que investiga el caso, indicó que habló con el joven y este le contó que caminaron bastante durante su cautiverio y que cuando llegaba la noche, descansaba en una hamaca.
Asegura no haber visto a Edelio Morínigo, a Óscar Denis y a Félix Urbieta, secuestrados que siguen a manos de grupos criminales.
Para Lezcano, los miembros del EPP no realizaron un trabajo de inteligencia previo para llevar adelante el golpe.
También explicó que el fin no era la obtención de dinero sino el de propinar un golpe al Gobierno y a la moral de las fuerzas públicas.