Investigadores surcoreanos y estadounidenses intentan determinar lo que provocó la peor catástrofe aérea de la historia del país asiático, que las autoridades atribuyeron inicialmente a una colisión con pájaros.
El aparato transportaba a 181 personas de Tailandia a Corea del Sur cuando hizo una llamada de socorro y aterrizó sin tren de aterrizaje, antes de estrellarse contra un muro y estallar en llamas.
Todas las personas que iban en el vuelo 2216 de la aerolínea de bajo costo surcoreana Jeju Air murieron, salvo dos asistentes de vuelo que fueron sacados con vida de entre los escombros.
DUELO. El país inició el lunes siete días de duelo, con las banderas ondeando a media asta. El presidente en ejercicio, Choi Sang-mok, se trasladó al sitio del accidente, en la ciudad sudoccidental de Muan, para participar en un memorial.
Corea del Sur tiene un sólido historial de seguridad aérea y las dos cajas negras del vuelo fueron recuperadas.
Los investigadores han identificado hasta ahora a 146 de las víctimas mediante análisis de ADN o sus huellas.
Otro avión de Jeju Air presentó problemas con su tren de aterrizaje y debió regresar al aeropuerto de Gimpo, en Seúl, poco después de despegar el lunes, informó la aerolínea.
LA BARRERA NO DEBÍA ESTAR. Kim Kwang-il, un ex piloto y profesor de aeronáutica en la Universidad de Silla, dijo sentirse “bastante disgustado” al revisar el video del avión que realizó un aterrizaje de emergencia antes de chocar contra una barrera.
“No debería haber una estructura sólida en esa zona”, comentó a AFP.
“Normalmente al final de una pista no hay una obstrucción sólida, va en contra de los estándares internacionales de seguridad aérea”, afirmó. AFP