Remarcó que la diferencia en la calidad de las prestaciones sí serán muy grandes, partiendo desde las velocidades de navegación, las oportunidades que brindará para los servicios de salud, justicia, hasta las posibilidades de multiplicar las conexiones domiciliarias de internet, ya que la red será totalmente nueva.
El ejecutivo dijo que estos beneficios tendrán todas las telefónicas del país y es lo que los consumidores, así como el mismo Estado, tienen que comprender para poder avanzar a paso firme con el actual proceso de subasta del espectro 1.700 - 2.100 megahertz (MHz), y también licitar en el corto plazo las bandas de 700 MHz y 2.600 MHz.
Ibáñez informó que la operadora ya podrá proveer los nuevos servicios de 4G, al menos en Asunción, incluso seis meses después de ser adjudicada, siempre y cuando se cumpla el plazo establecido por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) para la subasta.
El ente regulador fijó diciembre como mes de las adjudicaciones, por lo que Tigo podrá brindar la nueva cobertura en la capital ya en junio de 2016, indicó. Los teléfonos necesitarán nuevos SIM Card y la telefónica planea una campaña de renovación gratuita de chips para enero.
AVANZAR. El gerente de la operadora remarcó que el precio base que exige la Conatel, de USD 15 millones por casa sub-banda (son 6 bandas en total), es el más alto de la región y conllevará millonarias inversiones, dado que obtener la licencia es apenas el comienzo. Posteriormente se tienen que cumplir con las obligaciones sociales, regulatorias, conseguir permisos para montar nuevas antenas radiobases, por lo que estima que la inversión total por cada banda de espectro adjudicada oscilará alrededor de USD 80 millones.
Sin embargo, dijo que lo único que resta es avanzar en el proceso porque, de lo contario, si por alguna razón se demora esta licitación el costo incluso puede elevarse más y finalmente los usuarios seguirán sin la nueva tecnología, con un 3G saturado.
A eso se le suman los problemas que tienen las telefónicas con las municipalidades para montar nuevas antenas. Por ende, Tigo se compremete a hacer las inversiones, pero pide que Conatel respete el cronograma actual.