A principio de noviembre, la embajadora Elisa Ruiz Díaz lideró el proceso de debate del presupuesto en el seno de la Comisión de Asuntos Administrativos y Presupuestarios (CAAP) del Consejo Permanente de la OEA. Lo hizo por segundo año consecutivo.
Ella se encuentra en Washington al frente de la Representación Permanente de Paraguay ante la Organización, desde diciembre de 2013. Le preguntamos sobre su labor y acerca de la imagen que se tiene de Paraguay en esta entidad del ámbito regional y continental creada el 30 de abril de 1948.
–Vimos que por segunda vez le tocó presidir la reunión de la OEA donde se decide su presupuesto. ¿Qué tan difícil es para una mujer desempeñarse en estos ámbitos?
–Bueno, nuestra capacidad está constantemente a prueba. Pero prefiero centrarme en el orgullo y la satisfacción que representa para el país el haber colaborado con una Organización tan cara a nuestros afectos y nuestra democracia, en dos temas que pasaron bajo mi presidencia en la Comisión de Asuntos Administrativos y Presupuestarios: uno fue negociar, con el mismo techo de gastos en los presupuestos del 2018 y 2019, la nueva redistribución de la escala de cuotas ante la reducción del 10% del aporte del mayor contribuyente (EEUU), a partir del año 2022. Fue una experiencia enriquecedora lograr consenso entre el bloque de los cuatro grandes contribuyentes (EEUU, Brasil, Canadá y México), el bloque del Caribe y el bloque compuesto por los demás países de América Latina y Centroamérica.
–¿Se ha superado el déficit financiero que ponía en peligro el sostenimiento de instituciones como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos?
–En la Asamblea General del 2017 se resolvió duplicar gradualmente el presupuesto del Sistema Interamericano de Derechos Humanos en el plazo de tres años. Llegaremos a la meta en el 2020, pero dentro del mismo techo presupuestario y sin aumento de cuotas. Esta situación coloca a la Organización en un régimen de austeridad que apeligra su sostenibilidad financiera y la ejecución de programas en los demás pilares de la Organización.
–¿Cómo se encuentra la Organización en estos momentos para afrontar situaciones como la caravana de migrantes centroamericanos que atraviesan México para dirigirse hacia los Estados Unidos?
–El tema de la migración en general está presente en la agenda, pero específicamente la caravana a la que hace referencia no fue abordada a nivel del Consejo Permanente. Sí es un tema sobre el cual vamos compartiendo información en conversaciones informales sobre todo con las delegaciones de los países afectados.
–¿Cuáles son los otros temas de preocupación hoy en la OEA y en qué aspectos cree usted que la Organización precisa reinventarse?
–Nuestra agenda la marca la Asamblea General cada año, basada en los cuatro pilares: democracia, derechos humanos, seguridad multidimensional y desarrollo integral. Tiene fortaleza y experiencia en áreas como democracia, derechos humanos y seguridad, las que creo deben ser fortalecidas financieramente por los Estados miembros y el área de Desarrollo, trabajando con instituciones como el BID y el Banco Mundial, instituciones con capacidad financiera para desarrollar programas de cooperación.
–¿Qué comentarios genera en un ámbito como la OEA el que hoy se hable con insistencia en el Paraguay de combate al crimen organizado, con actuaciones concretas por parte de los órganos de seguridad, de la Fiscalía y de la Justicia, y que se manifieste una suerte de tolerancia cero?
–El tema del combate al crimen organizado, la delincuencia organizada transnacional, el tráfico de armas, el narcotráfico, la corrupción son temas de la agenda de la Organización. En este momento no estamos abordando específicamente la situación en Paraguay, pero en nuestro país tenemos en ejecución programas de capacitación e intercambio de mejores prácticas con la Comisión Interamericana contra el Terrorismo (Cicte), en temas de seguridad portuaria y ciberseguridad, así como una activa participación en el ámbito de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad) y el Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana contra la Corrupción.
–¿Qué imagen se tiene de Paraguay en la OEA en estos momentos de los primeros tres meses de un nuevo Gobierno?
–Positiva e intensa. Tuvimos unas elecciones con presencia de una Misión de Observación Electoral. Días antes de asumir sus funciones, el presidente Mario Abdo Benítez, el vicepresidente Hugo Velázquez y el canciller nacional asignado Luis Alberto Castiglioni visitaron al secretario general para repasar la agenda de los programas desarrollados por la OEA en nuestro país. También los temas políticos hemisféricos más destacados, y su excelente relacionamiento con la Organización. En dicho sentido, podemos mencionar que en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Paraguay, conjuntamente con Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú, promovió la denuncia sobre violaciones a los derechos humanos en Venezuela ante la Corte Penal Internacional con base en las audiencias que se realizaron en la Organización.
–¿Ha recibido instrucciones del nuevo Gobierno sobre los énfasis que se plantean en materia de política exterior para los próximos años?
–En ocasión de la visita a Washington, que mencioné antes, tuve la oportunidad de repasar la agenda de la Organización con el canciller Castiglioni. Además, diariamente enviamos informes de las actividades que desarrollamos y vamos pidiendo instrucciones precisas sobre el curso de las negociaciones que son evacuadas a través de las direcciones que llevan cada tema. En cuanto a la política exterior en este ámbito, me instruyo en la defensa de los principios contenidos en la Carta de la OEA y la Carta Democrática, la defensa de los derechos humanos y los derechos políticos, especialmente en Venezuela y Nicaragua.
–¿Cómo se ve lo ocurrido en Brasil con la irrupción de figuras como un Jair Bolsonaro y la crisis de los partidos latinoamericanos tradicionales que han dejado de ser correa de conducción de los intereses de la sociedad?
–Como un derecho legítimo que tiene la sociedad de cada país para elegir a sus autoridades conforme a su situación interna. En cuanto a la crisis de los partidos políticos, estas son oportunidades de mirar para adentro y hacer una autocrítica y generar propuestas conforme a los tiempos.
El elemento de la tecnología y las redes sociales generan nuevos escenarios todavía desconocidos. Personalmente soy una defensora de los partidos políticos, y convencida de que las democracias sólidas se construyen a través de partidos políticos fuertes.
