Sin embargo, pese a que esta nueva entidad puede resultar de ayuda a mejorar la situación, no se trata de una solución a todos los problemas de fondo que arrastran estas entidades, según la visión del economista Hugo Royg.
En ese sentido, indicó que en algunos casos se tiene la particularidad de que los aportes no dan para cubrir la totalidad de los beneficios prometidos (Caja Fiscal) y que en otros también se ve que existen gerencias manejadas “poco adecuadamente”, dificultades que deben ser corregidas en busca de la sostenibilidad al sistema de jubilaciones y pensiones.
“Debemos ser responsables, organizarnos y tomar decisiones lo más adecuadamente posible. Cuando el sistema es joven, hay mucha gente que aporta y hay poca gente que se jubila, y ahí es donde la inversión que se realiza debe ser rentable, no porque sobre plata se tiene que tirar manteca al techo como se dice”, expresó.
A su vez, indicó que si bien el rol de una superintendencia, figura recientemente creada en nuestro país es clave, se tiene que tener en cuenta de que no es una solución definitiva a todos los problemas que se arrastran. “La Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones era necesaria, está bien planteada, pero esa no es la solución. Ahí tenemos que ser claros, y a lo mejor no engañar, la superintendencia no va a curar todos los males (...) hay casos en los que necesitan ser revisados los parámetros”, sostuvo.
problemas. Los casos que ganaron mayor notoriedad en los últimos días son los de la Caja Bancaria y la Caja de Jubilaciones y Pensiones Municipal. En el primero, el problema central pasa en que la entidad quedó acéfala y no se puede llamar a elecciones para la renovación de autoridades, en el marco de un conflicto generado por la postulación de José Caballero a un periodo más. En el segundo, asumió como presidente Venancio Díaz, tras la renuncia de Bernabé Peralta, quien según las denuncias dejó la institución en déficit y sin pagar todas las obligaciones con los jubilados del mes de diciembre.