Estaba abandonada. Vagaba por las calles de la zona de Mundo Aparte hasta que alguien le reventó un petardo en la boca y le destrozó la mandíbula para “divertirse”.
El caso de la perra Mandy no es el único, hay cientos de animales que sufren tremendos maltratos de quienes se denominan “gente”. Ella tuvo la suerte de ser rescatada y tratada en una veterinaria en la que le pusieron una prótesis. Se está recuperando, ya come y bebe y le espera un hogar.
Esta cruel historia tiene su contracara en la acción ciudadana emprendida por los voluntarios de la organización Adoptame, que fueron los que rescataron a Mandy y hacen lo mismo con otros animales abandonados y maltratados, con perros y gatos, horribles y lindos, enfermos, sarnosos, desnutridos y heridos a los que les dan nueva vida.
Su capacidad de reacción es estupenda. Basta con que una persona denuncie ante un voluntario o en la página de la organización en Facebook que hay un animal en problemas, para que se ponga en acción un mecanismo de rescate que no para hasta que lo encuentran, lo llevan a una veterinaria, curan sus heridas, lo ubican en un hogar transitorio y luego en un hogar definitivo.
Se encargan de esterilizar a las hembras antes de ponerlas en adopción y aplican la eutanasia, como ultimísimo recurso y en casos de leishmaniasis.
Y todo lo hacen a puro pulmón, con aportes de gente que forma parte de la organización y de muchos amantes de los animales.
El esfuerzo de estos hombres y mujeres, jóvenes y adultos, para que cada día menos animales estén sufriendo, tirados o encerrados, es sencillamente muy humano.
En las sociedades que disfrutan de un Estado de bienestar es el mismo Estado el que se encarga de promulgar las leyes de protección a los animales y de hacerlas cumplir. En algunos países hasta hay policías especializados para casos de abuso, maltrato o abandono de las mascotas.
Pero vivimos en Paraguay y las urgencias son otras, lo cual no quiere decir que la protección de estos animales no sea importante.
Yo soy 100% perruna y no niego mi nación por eso me animo a invitarle, sea perruno o gatuno o simplemente un amante de la vida a que entre al Facebook, a la página de Adoptame, para poder apreciar el trabajo de esta gente, que de manera casi anónima lleva adelante su tarea.
Si quiere hasta puede colaborar con ellos, ahora impulsan la campaña “Bicentenario animal-2011 sin deudas”, que tiene como meta recaudar “700 veces 10.000 guaraníes en 15 días”, para pagarles a las veterinarias lo que se les adeuda por el tratamiento de canes y gatos sin dueños. Tienen habilitada una cuenta en el Visión Banco -111 5555- “2011 sin deudas"; en su página encontrará también otras direcciones donde depositar su aporte.
Los animales también tienen derechos, pero mientras los parlamentarios sigan sin estudiar una ley que proteja a las mascotas y sancione su maltrato, cada día habrá más casos como el de Mandy, síntoma de una sociedad enferma y debilitada.