Starlink —el servicio satelital de internet del magnate Elon Musk— ofrece un servicio de banda ancha de alta velocidad a los clientes de zonas mal conectadas por los operadores de telecomunicaciones a través de una constelación de satélites en órbita terrestre baja.
“Definitivamente queremos poner más satélites a medida que más gente quiera utilizar el servicio”, dijo Gwynne Shotwell a los periodistas.
“No creo que necesitemos 40.000 satélites para ofrecer un buen servicio a nivel mundial”, añadió.
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El fuerte aumento del número de satélites, especialmente a varios cientos de kilómetros de altura, hace temer que haya una congestión en la órbita terrestre baja.
Los astrónomos expresaron su preocupación por su impacto en la astronomía terrestre.
SpaceX ha desplegado casi 3.000 satélites Starlink desde 2019.