San Pablo enseña que la soberanía de Cristo sobre toda la creación se cumple ya en el tiempo, pero alcanzará su plenitud tras el juicio universal. La fiesta de hoy es como un adelanto de la segunda venida de Cristo en poder y majestad, la venida gloriosa que llenará los corazones y secará toda lágrima de infelicidad.
Para hacer realidad nuestros deseos acudimos, una vez más, a Nuestra Señora. “María, la Madre santa de nuestro Rey, la Reina de nuestro corazón, cuida de nosotros como solo Ella sabe hacerlo. Madre compasiva, trono de la gracia: Te pedimos que sepamos componer en nuestra vida y en la vida de los que nos rodean, verso a verso, el poema sencillo de la caridad. Porque Tú eres mar de inagotable misericordia”.
El Papa a propósito del evangelio de hoy dijo: “Sabiduría del corazón es salir de sí hacia el hermano. A veces nuestro mundo olvida el valor especial del tiempo empleado junto a la cama del enfermo, porque estamos apremiados por la prisa, por el frenesí del hacer, del producir, y nos olvidamos de la dimensión de la gratuidad, del ocuparse, del hacerse cargo del otro. En el fondo, detrás de esta actitud, hay frecuencia una fe tibia, que ha olvidado aquella palabra del Señor, que dice: “A mí me lo hicisteis”.
Quisiera recordar una vez más “la absoluta prioridad de la ‘salida de sí hacia el otro’ como uno de los mandamientos principales que fundan toda norma moral y como el signo más claro para discernir acerca del camino de crecimiento espiritual como respuesta a la donación absolutamente gratuita de Dios”. De la misma naturaleza misionera de la Iglesia brotan “la caridad efectiva con el prójimo, la compasión que comprende, asiste y promueve”.
El Papa expresó: “Continuando con la catequesis sobre la misa, podemos preguntarnos: ¿qué es esencialmente la misa? La misa es el memorial del misterio pascual de Cristo. Nos hace partícipes de su victoria sobre el pecado y la muerte, y le da un sentido completo a nuestras vidas. Por esta razón, para comprender el valor de la misa, debemos primero entender ante todo el significado bíblico del memorial. No es solamente el recuerdo de los acontecimientos del pasado, sino que los hace de algún modo presentes y actuales.
Jesucristo, con su pasión, muerte, resurrección y ascensión al cielo, ha llevado a cumplimiento la Pascua. Y la misa es el memorial de su Pascua, de su Éxodo que logró para nosotros, para que podamos salir de la esclavitud y entrar en la tierra prometida de la vida eterna. No es solo un recuerdo, no; es mucho más: Es hacer presente lo que sucedió hace veinte siglos. La Eucaristía nos lleva a la cumbre de la salvación de Dios.
(Del libro Hablar con Dios, de Francisco Fernández Carvajal, http://es.catholic.net y https://peqalmachile.wordpress.com).