A los agricultores les llama la atención el comportamiento atípico del clima en este diciembre, ya que los aguaceros suelen ser característicos de enero. Aunque estas precipitaciones son bien recibidas, no todas las áreas son beneficiadas de la misma manera. En ese sentido, los acumulados de agua oscilan entre 5 y 70 milímetros.
“Está muy difícil consolidar los datos. Estamos a días definitorios para muchas parcelas que se sembraron temprano que necesitan lluvias buenas para cargar los granos, pero decir cómo vamos ahora, es muy difícil”, dijo sobre la situación del campo el presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo.
Sin embargo, las condiciones son todavía mejores que la campaña pasada, la cual reportó una pérdida de rendimiento total de casi 70%. Actualmente, las zonas más afectadas por el estrés hídrico son las zonas fronterizas, entre los Departamentos de San Pedro, Canindeyú y Caaguazú, donde el suelo es más arenoso y tampoco recibe suficientes lluvias.
En algunas fincas la preocupación ya está instalada debido a que no se llegará a la producción ideal de granos, pero los pronósticos son todavía muy optimistas respecto al ciclo sojero anterior. “Esperamos no llegar nuevamente a menos de 2.500 kilos por hectárea”, indicó Cristaldo.
En contrapartida, otras parcelas muestran un buen vigor de la planta, aunque igualmente una buena lluvia vendría a disipar las incertidumbres que se instalaron en el campo.
Merma. De acuerdo con la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas, la estimación inicial de 10,3 millones de toneladas de soja como resultado de la campaña 2022-2023 quedó reducida a 9,3 millones, teniendo en cuenta las condiciones adversas del clima.
No obstante, aún es una producción razonable que sumada a la demanda creciente y los buenos precios, ayudarán a la recuperación de un sector primario endeudado con los bancos, con los proveedores y los centros de acopio.
Pero también implica un repunte para la economía paraguaya que depende en gran medida del ingreso de divisas por las exportaciones de granos. En lo que va del año se registra una reducción de dólares por la merma de la producción. Se obtuvieron USD 1.205 millones al cierre de noviembre, casi 60% menos que el mismo periodo del 2021, según el Banco Central del Paraguay.
La evolución de los cultivos de soja no es homogénea en todo el territorio, ya que algunas áreas necesitan más humedad que otras. Las parcelas del norte son las más afectadas por la sequía.
Sequía podría extenderse hasta febrero
Aunque en diciembre se esperan volúmenes de lluvias normales, en enero y febrero próximos habrá un déficit importante de humedad.
El reporte del Instituto de Biotecnología Agrícola indica que el territorio nacional sigue atravesando por diferentes niveles de sequía, las condiciones más elevadas se concentran en el Departamento de Boquerón.
Asimismo, los centros climáticos especializados informan que existen altas probabilidades de que el fenómeno climático llamado “La Niña” ocurra en los próximos tres meses, una época decisiva para la campaña sojera en Paraguay que este año tuvo la peor cosecha de su historia.