“Llamo a los trabajadores, a los ciudadanos, a los jubilados a manifestar masivamente”, dijo Laurent Berger, líder del sindicato CFDT. “El presidente no puede permanecer sordo”, agregó.
Dos de cada tres franceses, según los sondeos, se oponen a su proyecto de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42, como ahora) para cobrar una pensión completa.
Pero elevar una de las edades de jubilación más bajas de Europa busca, según el gobierno, evitar un déficit en la caja de las pensiones. “Cumpliremos el objetivo” de un sistema equilibrado para 2030, dijo su portavoz, Olivier Véran. AFP