Alrededor de 20 reuniones mantuvieron este año los ganaderos y representantes del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) en el marco del plan de abandono de la vacuna. El titular de la institución, José Carlos Martin, destacó la apertura y madurez del sector que aún se muestra escéptico respecto a esta medida, pues teme repetir la experiencia del 2012, cuando un brote de aftosa cerró los mercados a Paraguay.
Sin embargo, Martin explicó que el país debe prepararse, atendiendo a que Brasil está avanzado gradualmente en el levantamiento de la vacuna. Se trata de un territorio que concentra alrededor del 80% del ganado en Sudamérica y responsable del 45% de la carne exportada en el mundo.
Para el Senacsa, la ejecución del plan significa que la carne paraguaya tendrá más valor en el mercado internacional y que habrá más oportunidad para la menudencia.
Es importante además para el desarrollo de nuevas cadenas productivas, principalmente para el rubro porcino y también para el caprino. Como estos animales no son buenos productores de anticuerpos, la aplicación de vacuna antiaftosa sería inútil, por tanto los mercados más exigentes piden que los países productores controlen la ausencia de la enfermedad antes que inmunizarlos.
Es el caso de Chile, donde la planta Incka pretende ingresar con carne porcina apenas se logre el estatus de país libre sin vacunación. La industria empezará a construirse en enero y empezará a funcionar en el 2023.
Para seguir con el diálogo, el servicio veterinario organizó un espacio virtual para tratar la transición hacia la nueva certificación de la Organización Mundial de Sanidad Animal. El encuentro será este lunes a las 14:00.