24 abr. 2024

Sin la lengua no hay cultura para los indígenas

Miguel H. López

La lengua es la memoria de los pueblos. Dentro de esta lógica, referentes docentes indígenas propiciaron esta semana un conversatorio que colocó la crítica sobre la importancia de que sea efectiva la enseñanza en las lenguas propias, que las leyes al respecto sean cumplidas abandonando la mera formalidad y anunciaron que los diversos pueblos se hallan en etapas diversas de generación de sus propias grafías y mecanismos de aplicación pedagógica.

El encuentro tuvo lugar en el auditorio de la Universidad Católica en Asunción, con el apoyo de la Coordinación Nacional de Pastoral Indígena, en donde los ponentes fueron enteramente indígenas, a excepción del lingüista Hannes Kalisch, que vive en las comunidades enlhet con su familia, en el Chaco Central.

necesidad del uso pleno de las lenguas

Sin lengua no hay cultura. Esta frase imperativa fue con la que el presidente de la Asociación de Docentes Indígenas del Paraguay, Juan Servín (del pueblo Qom), marcó la importancia de la lengua propia y, por ende, la necesidad de que los procesos escolares incorporen efectivamente su uso pleno. Es consciente del riesgo actual y habló de la premura en generar estrategias que fortalezcan las lenguas de cada pueblo.

La idea de escuela sigue siendo un elemento controversial en la vida de los indígenas. Más allá de que actualmente sea una necesidad, a decir de Germán Ayala (del pueblo Mbya guaraní), supervisor pedagógico y vicepresidente de la AdeiP, constituye “un cuerpo extraño que ya está en la comunidad”. Cuestiona que la escuela actual sea una abstracción, situación que aduce debe desaparecer; y repara en el defecto de que la cultura indígena no constituye hasta la fecha un complemento indispensable de cualquier proceso escolar.

La necesidad de sistemas gramaticales de escritura fue asumida como un requerimiento ineludible en la actualidad. Para comunicarse o para registrar o transmitir ideas o conocimientos, es ya ineludible escribir.

En ese pensamiento, Andrés Torales, director de área del pueblo Aché y secretario de AdeiP, lo expresó tajante: “Necesitamos un sistema de escritura para comunicarnos en la distancia. Necesitamos el abecedario”. Al mismo tiempo, aludió a la existencia de numerosas leyes que formalmente atestiguan y salvaguardan los intereses lingüísticos de los pueblos indígenas, pero que no se cumplen. Insistió en que no se necesitan más normativas, sino que sean ejecutadas, aplicadas, efectivamente.

Al respecto, la lógica de Servín que la experiencia de muchos años de escuela occidental dejó varios aprendizajes, entre ellos que el aprendizaje debe incluir insoslayablemente en todos los niveles a la lengua materna. Esta será la única garantía para fortalecer al identidad de los pueblos. “Si no hay lengua no hay cultura. Para nosotros la lengua es muy importante”.

Un análisis más enfocado desde la lingüística, la expuso Hannes Kalisch: “La lengua propia es la lengua relacionada con una historia concreta de un pueblo específico. No sirve solo para transmitir contenidos, sino las tradiciones, las memorias habladas, que son tremendamente profundas”. Explicó que el principal punto de inflexión está en que creemos que el mundo castellano –en nuestro caso– es el mundo real, moderno. Tenemos que entender que si hablamos una lengua estamos proponiendo al mismo tiempo una forma de ver el mundo. La cuestión no es solo lingüística, sino cómo nos imaginamos nuestra sociedad. Kalisch es de aquellos estudiosos que por la extensa experiencia de campo concluye afirmaciones tajantes y ontológicamente sencillas: renunciar a la lengua propia es no tener una forma propia para comunicarnos y desarrollarnos.

Abecedarios indígenas

Tanto Torales como Ayala coinciden en que cada pueblo necesita la grafía que mejor se adapte a las particularidades de sus lenguas, tanto en sus sonidos como en sus estructuras. El mundo aché, explicó su director de área, logró finalmente luego de 10 años una grafía unificada en la que trabajaron sistemáticamente con la lingüística alemana Eva Rossler. De igual modo, Ayala anunció que se hallan trabajando en un abecedario mbya guaraní.

El elemento transversal de las ideas que discurrieron en torno a la lengua propia de los pueblos indígenas fue que sin su presencia no hay existencia de sus portadores. La escuela deberá entender esta urgencia o perecer.

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