El especialista disertó recientemente sobre Efecto viral: Covid-19 y la transformación acelerada del empleo en América Latina y el Caribe, en un evento virtual, que fue organizado por el Instituto del Banco Central del Paraguay (BCP).
Dentro de los cambios estructurales que se presentarán y de la llamada desindustrialización, explicó que el sector primario disminuirá su participación en el valor agregado y en el empleo; el de servicios tendrá más valor agregado y con fuerte crecimiento en el empleo; mientras que el sector industrial experimenta dos etapas: el ámbito pasará a niveles de ingreso más bajo, además de que en países ricos cae la participación del valor agregado en el porcentaje del PIB, y también en el empleo.
En el futuro de la manufactura, explicó que la cuarta revolución industrial está signada por la tecnología que sustituye al empleo, con la impresión en 3D, la robótica y los sensores; mientras que los costos del trabajo no calificado son menos determinantes para las altas decisiones de las empresas y, en contrapartida, aumenta la intensidad del empleo calificado y el uso de datos.
Al hacer referencia a lo que llamó la “servicificación” de la manufactura, hizo hincapié en que luego de procesarse el bien, la industria ofrecerá más servicios complementarios; mientras que la logística, el transporte, las finanzas y las telecomunicaciones adquirirán lazos de integración más importantes.
Agregó otros factores, como el indicio de que las empresas están incorporando más tecnología para lidiar con la crisis, incluyendo el trabajo a distancia.
Como nuevo desafío en el sector de servicios recomendó expandir la infraestructura digital y el acceso a la banda ancha para todos.