La seis veces mejor de todas en el mítico Grand Slam neoyorquino, su torneo preferido y el primero de los 23 grandes que conquistó, anunció el 9 de agosto pasado, en una crónica firmada por ella misma en la revista Vogue, no solo que sería su último US Open, sino también su última parada antes de la jubilación: Una palabra que odia y que se convirtió, dijo, en un tabú que solo le trae llanto. Prefiere, escribió esta inversora de capital de riesgo con una fortuna de 260 millones de dólares, no hablar de jubilación, sino de “evolución”, mientras “estoy alejándome del tenis, hacia otras cosas que son importantes para mí”.
“Empecé a jugar con el objetivo de ganar el US Open”, rememoró. Y el viernes a la noche simplemente estaba allí, en un Arthur Ashe rendido de aplausos y gratitud ante ella, aunque no levantara ningún trofeo, sino estuviera despidiéndose para siempre de un estadio que la adora.
Poseedora de una carrera única en los números, Serena además encarna decididamente los sueños sociales de reconocimiento de las minorías raciales y de género que la tienen como ejemplo de éxito a partir del talento y el coraje individuales, una de las facetas que sintetiza Williams para las afroamericanas, sobre todo, de clase media.
“Mucha gente no se da cuenta de que estaba embarazada de dos meses cuando gané el Abierto de Australia en 2017”, recordó su último grande ganado. Cinco años después, Serena corona su carrera como madre de Olympia y en actividad (algo en lo que la paraguaya Rossana de los Ríos fue precursora al principio de este siglo). Es, finalmente, La segunda más prolífica de la historia en los torneos grandes, solo detrás de la neozelandesa Margaret Court (24), quien ganó más de la mitad de sus títulos cuando la Era Abierta no había comenzado.
Cierra una laureada carrera de leyenda del tenis Serena Williams así, la única tenista de cualquier género en ganar tres de los 4 Grand Slams al menos 6 veces. Una proeza teniendo en cuenta, además, que 10 de los 23 grandes los ganó por encima de los 30 años.
El viernes cayó en tercera ronda del US Open y la histórica jugadora se despidió del tenis.
Gran fortuna
Según publicó recientemente la revista Forbes, Serena Williams se retira con una fortuna valorada en 260 millones de dólares. Es la única deportista incluida en la lista de las 100 mujeres más ricas del mundo. Serena Ventures, su empresa, invierte en 60 compañías dedicadas a la criptomonedas, la alimentación, la sicología y las franquicias deportivas.
SU SOMBRA E INSPIRACIÓN
Serena primero creció a la sombra de las victorias de Venus, como se ve en la película (2021). Sin embargo, fue a ella a quien venció en su último grande conquistado en 2017. Siempre la consideró una inspiración y, según reveló ahora, aprendió de sus errores. “Cuando ella perdía, entendía por qué y me aseguré de no perder de la misma manera”, reconoció en Vogue. Fue como pareja de Venus, de 42 años, que se despidió en primera ronda de dobles, en este US Open.
33
finales de Grand Slam disputó, siendo la segunda mayor finalista, detrás de su compatriota Chris Evert.
73
torneos ganados. Es la quinta con más títulos. Martina Navrátilová lidera este ránking, con 167 trofeos.