Una depuración de los intermediarios identificados como Servicios de Asistencia Técnica (SAT), así como un control de calidad de los trabajos que llevan a cabo, mediante una presencia más fuerte y activa en las obras, realizará la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat).
Los SAT están habilitados a base de una resolución del presidente de Senavitat y conforme a ciertos requisitos técnicos, administrativos, sociales, jurídicos, etc. están encargados de los proyectos habitacionales como de la administración de los fondos de esas construcciones. La nueva ministra de esta entidad, Soledad Núñez, refirió: “Vamos a revisar la resolución sobre todo para que tengamos una calificación mucho más detallada respecto al servicio que brindan los SAT”.
La ministra mantuvo una primera reunión el jueves último con la Coordinadora de los SAT, donde el consenso generalizado que reinó fue la calificación de las gestiones de estos intermediarios. “Dejar lo bueno y cortar lo malo”, sostuvo Cesarina Barreto, responsable de una SAT y presidenta de la Coordinadora, al anticipar que están iniciando una serie de mesas de trabajo hacia una nueva reglamentación de las actividades
Categorización. Una categorización a base de la capacidad técnica, administrativa, financiera es la meta inicial. “Tener de manera detallada cuál es la calidad del servicio que están brindando, porque son servidores. Ellos tienen que articular el subsidio que entrega el Estado y defender los derechos y los intereses de la comunidad”, por eso “hice mucho énfasis en que de ellos depende la calidad de las viviendas que se entregan”, manifestó la ministra.
La categorización consistirá en una evaluación para clasificar a los SAT de acuerdo a calidad de las obras que están ejecutando. Si irán otorgando progresivamente proyectos a estos intermediarios conforme a sus experiencias y la calificación de sus trabajos, “que hoy no tenemos”, agregó la ministra Núñez.
“La categorización servirá para saber quiénes trabajan bien y quiénes trabajan mal”, acotó Isabel de la Cueva, responsable de otro SAT, para luego agregar que apoya la iniciativa de la titular de Senavitat.
Contrato Tripartito. La institución apunta a firmar un contrato tripartito que incluya a la constructora como a los SAT. Anteriormente el convenio era solamente con los intermediarios y estos manejaban contratos independientes con las constructoras y los beneficiarios.
“Las constructoras hoy quedan en absoluta libertad de los SAT, queremos encontrar un mecanismo para tener una relación más cercana con las constructoras”, explicó.
La fiscalización será otro factor a potenciar en la entidad. Anteriormente todo el proceso quedaba a cargo del SAT, hoy Senavitat hará un control paralelo, es decir va a fiscalizar in situ a los intermediarios de las obras para tener la certeza de la forma en que avanzan las construcciones. “Para eso el contrato es necesario porque tenemos que tener una relación contractual con las constructoras”, remarcó Núñez.
Unos 130 SAT están habilitados por la Senavitat, de los cuales están en constante adjudicación de proyectos unos 60 intermediarios aproximadamente. Entre 30 y 40 SAT como máximo están haciendo un buen trabajo; “el resto no”, dijo la presidenta de la Coordinadora.