Con una ajustada mayoría de 23 votos, los senadores consiguieron ratificarse en su versión sobre la paridad democrática que promueve la igualdad entre varones y mujeres.
El proyecto vuelve a Diputados para una última vuelta, y la opción que tienen es aceptar la decisión del Senado o insistir en su texto que es meramente retórico.
El primero en anunciar su rechazo fue el cartista Sergio Godoy, y de hecho su voto fue por el texto de la Cámara Baja, al igual que otros tres.
Hugo Richer, del Frente Guasu, remarcó que de 8.000 palabras que contenía el proyecto original en el Senado, en Diputados redujeron a 2.000.
“Creo que eso revela realmente la deformación del espíritu del proyecto”, indicó.
Sostuvo que la propuesta sobre paridad concuerda con la Constitución Nacional sobre la igualdad del hombre y la mujer en derechos civiles, políticos, sociales y culturales.
Lilian Samaniego, una de las proyectistas, trajo a colación que se trata de un trabajo de hace años con mujeres de diferentes organizaciones.
“Diputados lamentablemente sacó la esencia de la ley de paridad, que no es más que la igualdad de participación 50 y 50. Eso es lo que realmente busca el proyecto”, defendió.
Cuestionó que se hayan utilizado argumentos falsos para evitar la aprobación del proyecto, mezclando con la legalización del aborto, el matrimonio igualitario y hasta pedofilia, por parte de algunos sectores radicalizados.
Sostuvo que el proyecto puede ser aplicado a cualquier sistema de votación.
Trajo a colación, que haciendo una evaluación sobre las últimas elecciones, incluso se han perdido escaños en el Congreso y no hay una sola mujer gobernadora.
El liberal Víctor Ríos sostuvo que se está dando una etapa de cambio cultural. “La cultura democrática se refleja en el trato que una sociedad da a la mujer”, manifestó.
Esperanza Martínez destacó el trabajo realizado, también como proyectista. Leyó un escrito de las zapatistas que señalaba en parte: “Las mujeres cuando se encuentran y se organizan prenden una luz en su interior (...) Ahora sí nos vamos a empezar a construir el mundo que merecemos”.
Sorprendió el discurso del colorado Enrique Bacchetta abogando por la aprobación.
“No estamos preparados para entender que hay que romper barreras estructurales. Existe la famosa cultura basada en el modelo patriarcal”, cuestionó el senador.
Paraguayo Cubas pidió en nombre “de nuestras hijas y nietas” aprobar la propuesta para que tengan seguridad jurídica. Aprovechó para reclamar que Víctor Bogado le “comió” la banca de suplentes que iba a ser para su señora.
El liberal Fernando Silva Facetti se manifestó en contra de la versión del Senado, y alegó que se podría corregir con una reforma constitucional.
Para Stephan Rasmusen, de Patria Querida, solo era cuestión de voluntad política. Su bloque se abstuvo a la hora de la votación. A pesar de esta postura, que también tuvieron otros, y de las ausencias, prosperó la propuesta.